El técnico del Promesas reconoce que el Marino de Luanco puso en aprietos a su equipo, aunque su equipo tuvo ocasiones suficientes para lograr un resultado más abultado

El Real Valladolid Promesas venció al Marino de Luanco, equipo ya descendido a Tercera División, en el último minuto de partido gracias a un cabezazo de Guille Andrés. Con la victoria, el filial vallisoletano asegura la permanencia de forma virtual aunque al acabar la jornada, podría ser matemática.
Rubén de la Barrera considera que ha sido una victoria sufrida por encontrar el gol en el último minuto, si bien reconoce que ha sido merecida. Y es que el conjunto pucelano dispuso de numerosas ocasiones para ponerse por delante en el marcador y firmar una goleada. Sin embargo, los palos y la falta de puntería lo evitaron y cerca estuvieron de sellar el empate.
El Marino de Luanco, rival que como el técnico gallego recuerda «no se juega nada», puso en serias dificultades al Promesas. Ese hecho cree que le permite jugar sin complejos y de esa forma, le ha permitido complicarles las cosas como ya hiciera contra el Guijuelo y la Cultural Leonesa.
Los pupilos de Rubén de la Barrera, de quienes reconoce que son capaces de hacer grandes cosas, tuvieron ocasiones muy claras en el encuentro. «Hemos generado mucho», explica «pero lo hemos aprovechado muy poco en relación a lo que el equipo produce». Para fortuna, es algo a lo que ya están acostumbrados: «lo bueno es que somos capaces de llegar al noventa generando ocasiones de peligro, sin ir a la desesperada».
Quien la sigue, la consigue. Y al final, de tanto insistir, el Promesas encontró el gol gracias a un gran centro de Juanjo desde la banda derecha que encontró remate en Guille Andrés. Esta vez, sí, la ocasión se vio reflejada en el marcador. Algo que si no ocurre, el equipo «puede atascarse» y dejar de suma puntos que «debería sumar».
Por su parte, Marco Díaz habló de la dinámica «francamente mala» del Marino de Luanco. Tal es así que no han ganado a domicilio y cuentan las derrotas de sus últimos enfrentamientos en el tramo final, como pasó también en Los Anexos.
«Ellos tuvieron el balón y fueron dominadores, pero estuvimos concentrados en el partido», asegura. Reconoce que a sus jugadores se les hizo largo el encuentro al tener que ir corriendo detrás del balón. A partir de ahora, el objetivo es seguir peleando, intentar dar la cara y pelear dignamente.