El Real Valladolid Promesas ha acusado la falta de acierto de cara a gol hasta en seis ocasiones en las que no pudo batir la portería rival. Pese a ello, es el cuarto equipo más goleador de su grupo

Las estadísticas del Promesas durante la presenta campaña son dignas de un equipo consolidado en la Segunda División B. Cualquiera diría que un filial, recién ascendido de Tercera División, está forjando una temporada con tales números.
Octavo en la clasificación, es el cuarto equipo más goleador del primer grupo de la categoría de bronce. Una suma de 49 puntos a favor gracias a las doce victorias y diez empates que hasta el momento atesora.
Sin embargo, el conjunto de Rubén de la Barrera se ha quedado en seis partidos sin marcar un solo tanto. Tres a domicilio y tres en Los Anexos al José Zorrilla que, si bien les ha permitido sumar dos puntos, quizás les ha hecho perder el resto.
La primera vez que el Real Valladolid Promesas no acertó de cara a portería fue en la séptima jornada en su visita al Sporting de Gijón B.
Ambos filiales firmaron el empate a cero en un partido sin apenas ocasiones de gol. Ni asturianos ni vallisoletanos consiguieron imponerse con claridad sobre el terreno de juego y la sensación de peligro solo llegó en los balones colgados a balón parado. Llegó a marcar el conjunto dirigido por Rubén de la Barrera pero el tanto de Jorge Hernández fue anulado por fuera de juego y los pucelanos regresaron a orillas del Pisuerga con un tanto en su maleta.
Tres jornadas más tarde y de nuevo a domicilio, el Promesas acusaría su falta de puntería en El Plantío. Los goles de Carralero, Gabri Gómez y Álex Cruz reflejaron en el marcador la superioridad del conjunto burgalés durante casi todo el encuentro, salvo los primeros minutos. En ese tramo inicial, el conjunto vallisoletano pudo adelantarse por mediación de Dani Vega, Ángel y Jorge Hernández aunque ninguno de ellos envió el esférico al fondo de la red.
La falta de acierto de cara a gol, que hasta el momento solo había sido a domicilio, llegó a Los Anexos en la decimonovena jornada. El Promesas tuteó durante todo el encuentro al Real Murcia pero la victoria fue pimentonera aunque fue precisamente, un gol del exblanquivioleta Rubén Sánchez, el que dio los tres puntos en los últimos minutos.
Nueve jornadas más tarde volvería a perder ante el Burgos y a no batir la portería rival en feudo vallisoletano. El filial del Real Valladolid no pudo traducir su dominio en el marcador y el conjunto burgalés se llevó la victoria en el descuento.
Como ocurrió ante el filial del Sporting, el filial sumó un punto gracias al empate sin goles ante el Racing de Ferrol. Vallisoletanos y ferrolanos disputaron un partido muy competido, igualado y con escasas ocasiones de gol. Guille Andrés y Jose tuvieron en sus botas la victoria ante la afición blanquivioleta pero su producción no fue suficiente para llevarse el partido.
La última vez que no batieron la portería rival es reciente, ante su último rival. El Promesas perdió el duelo de filiales ante el Celta B. La igualdad, la intensidad y la emoción marcó el desarrollo del partido pero los celestes fueron mucho más eficaces ante la portería contraria que los blanquivioletas. Y eso, como en el resto de partidos, es lo que importa.