Rubén de la Barrera se lamentó de las ocasiones falladas que hicieron que el Real Valladolid Promesas se volviera de Vigo con una derrota

El Real Valladolid Promesas volvió a caer a domicilio, esta vez en su visita al campo de Barreiro, en Vigo, donde se debieron enfrentar a su homólogo, el filial del Real Club Celta.
Con una primera parte en la que Rubén de la Barrera considera que su equipo estuvo muy bien, nadie se explica cómo al final el filial blanquivioleta pudo caer derrotado en esa visita al Celta B, que, inmerso en la lucha por no descender, acabó quedándose con los tres puntos gracias a los goles de Yelko Pino y Señé.
El técnico gallego cree que el marcador al descanso debió ser diferente al que finalmente fue, «por el gol anulado, por el penalti no señalado y por las ocasiones erradas», resume.
Algo cambió en el segundo periodo, en el que, a los tres minutos, «Yelko Pino remata a gol tras una situación a nuestro favor en el área de cinco contra dos», relata. Pudo revertirse la historia de sobra, como acostumbra el Promesas este año. «Entre el primer gol y el segundo hemos tenido la ocasión de Anuar para empatar el partido», pero esta vez no se pudo remontar.
El segundo gol celtiña, como bien reconoce el entrenador gallego, llega tras un «contraataque en la que se benefician, conducen bien contra Señé y finalizan», tanto que terminó de tirar por la borda cualquier atisbo de igualada quedó disipado.