El Real Valladolid Promesas ha visto en lo que va de temporada seis tarjetas rojas. En tres ocasiones, jugar con uno menos ha repercutido en el resultado final

En una temporada de asentamiento en la nueva categoría, con nuevo entrenador y plantilla renovada casi al completo, llegar a la jornada veintinueve con la salvación prácticamente bajo el brazo no es nada fácil. Y no lo ha sido, aunque cualquiera que se haya acercado a Los Anexos para ver partido tras partido podría diferir. Lluvia, viento y, a veces, el mal estado del terreno de juego ha impedido que el Promesas se llevase la victoria en algún encuentro. Y no hablemos de las expulsiones…
El carácter pasional de Rubén de la Barrera parece haber calado hondo en los jugadores del filial, que por faltas graves,o por una dureza excesiva por parte del trío arbitral, ha visto hasta la fecha seis tarjetas rojas, además de la sanción a Miguel Escalona, ayudante del técnico gallego.
Quizá no resultaría tan importante esa cartulina roja que porta el quien imparte justicia sobre el terreno de juego si no fuese porque parece afectar, y mucho, al filial del Real Valladolid, que hasta en tres ocasiones ha visto perjudicado en su juego con uno menos, repercutiendo esa expulsión en el resultado final.
La temporada comenzaba fuerte cuando, en la jornada cuatro, ante el Compostela, el lateral izquierdo Brian veía la roja directa en el minuto 87. El Promesas, que en ese momento ya perdía por dos goles a tres, recibió la expulsión como la gota que colmó el vaso a un mal partido del filial, que perdió por errores propios un partido que se le puso de cara en el minuto tres, cuando Javi Navas adelantaba a los locales.
Hicieron falta tan solo seis jornadas para que los jugadores del filial recibieran la segunda roja de la temporada. Con la dureza característica de los partidos ante la Cultural Leonesa, el entrenador gallego quiso dar otro aire al partido sacando al terreno de juego a Fran No. El central, conocido en Los Anexos por su -a- veces– excesiva dureza, disfrutó de pocos minutos sobre el tapete, ya que acabó expulsado en el minuto 84 por doble amarilla. En esa ocasión, el Promesas se volvió a encontrar rápido, y, cinco minutos después, Ángel, por partida doble, daba la victoria al segundo equipo blanquivioleta.
En el undécimo y decimotercer partido de liga, se volvió a repetir la historia, esta vez sin consecuencias directas. Jordán ante el Guijuelo y Miguel Escalona ante la UD Logroñés acabaron viendo el partido desde los vestuarios, dejando así un hueco libre en el banquillo, puesto que no estaban sobre el terreno juego.
La jornada diecinueve marcó un antes y un después. No solo en el partido que se disputaba, sino en los cuatro que le siguieron. Era el primer encuentro del nuevo año cuando Ayub, veía la roja directa en el minuto 57, por pisar deliberadamente –o eso dice el acta– al murciano Jairo.
El filial se fue del partido de tal manera que acabó perdiendo por la mínima con un gol en el 83. El catalán de origen magrebí recibió una sanción de cuatro partidos por ese pisotón, en los que el segundo equipo tan solo consiguió cinco puntos de los doce posibles.
Con cuarenta puntos en su haber, y la permanencia casi cerrada, el Promesas se desplazó hace dos semanas hasta Avilés, en un partido que acabó con un empate a uno tras el gol de Guille Andrés en el minuto uno y el de Badin en el catorce. En el tiempo añadido, Fran No volvía a ver la roja directa tras «realizar una entrada con fuerza excesiva sobre un adversario«.
La semana pasada, y ante el Burgos, Javi Navas se estrenaba entre los expulsados cuando, en el minuto 78, veía la segunda amarilla por una falta dudosa en la que el árbitro interpretó una plancha del abulense. En el primer minuto de añadido, y con nueve blanquivioletas sobre el tapete, al estar Anuar siendo atendido en la banda, Cristian marcaba para los burgaleses, haciendo así que el Promesas perdiera su noveno partido.
Tras veintiocho partidos, el Real Valladolid Promesas acumula más de la mitad de las tarjetas rojas que vio la temporada pasada –diez–, algo que, efectivamente, ha repercutido en algunos partidos del filial… o quizá no tanto, si uno ve el rendimiento general que los chicos de Rubén de la Barrera han ofrecido hasta el momento.