El delantero canario del Real Betis Balompié no solo se destaca por ser el segundo máximo artillero de la Liga Adelante

Foto: Twitter
La historia reciente de Rubén Castro es para contar. Vaya por delante que a servidor le disgusta que su nombre haya aparecido en el ámbito nacional por temas extra futbolísticos antes que por ser el pichichi de la categoría de plata antes de este fin de semana, en el que se ha visto rebasado por el zaragocista Borja Bastón. Pero no solo hay que hablar de si la pelotita entra o no.
La verdad es que la historia podría ser un puro acto de marketing de Telecinco si no fuera por la gravedad de los hechos. Empecemos por el principio.
Rubén Castro fue denunciado por una joven de 24 años, expareja suya, por agresión, en mayo de 2013, para, posteriormente, ampliar esta la denuncia en agosto del mismo año, añadiendo una supuesta violación. Esta causa, sin embargo, no se llevó a efecto, y Rubén Castro ‘solo’ ha sido condenado por cuatro delitos de maltrato y un quinto de amenazas vía mensaje telefónico que el jugador sí reconoció.
Y decimos ‘solo’ porque el maremágnum montado en este proceso y en esa tortuosa relación podría haber dado con los huesos de Rubén Castro en la cárcel ipso facto. El delantero canario fue absuelto de los cargos más graves: maltrato habitual y agresión sexual, pero aun así, su cuenta con la justicia sigue pendiente, y la fiscalía pide dos años y un mes de prisión para el jugador bético.
Ese es el caldo de cultivo que explica, que no justifica, los cánticos que últimamente hemos podido escuchar en el Benito Villamarín: «¡Rubén Castro ale! ¡Rubén Castro ale! No fue tu culpa. Era una puta, hiciste bien». El caso es que la afición ultra del Real Betis se ha posicionado a favor de su delantero en el litigio con su ex esposa, pero también hay que explicar el porqué de esto ahora mismo, ¿por qué ahora estos cánticos?
La causa ya es añeja, como hemos contado. Sin embargo, hay ciertas cosas en la vida de Rubén Castro que son ‘buenas nuevas’ y que llevan la aparición de una mujer aparejadas. La susodicha es María, extronista del programa de Telecinco ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’. Ya advertí que Telecinco no estaba muy distante de todo esto.
Y muy felices son en la actualidad Rubén y María. El delantero bético vuelve a ver gol con asiduidad y la grada lo contempla, lo aclama, lo defiende y se alegra por ello. La exuberante María vive feliz al lado de su pareja, y entre videoclip y videoclip de Nyno Vargas, ha tenido tiempo de ser madre. Sí, Rubén Castro y María serán padres, como adelantó el delantero en la celebración de un tanto frente al Tenerife a inicios de enero y como confirmó María a través de su Twitter. Felicidad pura y absoluta.
El caldo de cultivo se ve alentado por la enorme felicidad que desprende ahora Rubén Castro, hecho del que se beneficia directamente el Real Betis y, cómo no, su afición. Ahora es más fácil entender el porqué de tan bárbaros cánticos en el Villamarín.
Allí todos están contentos con el actual Rubén Castro y algunos, cómo no, le defienden, justifican sus actos. El delantero estuvo mal por no haber encontrado a la mujer adecuada, pero ahora, sin embargo, vuelve a marcar, a ser feliz y a disfrutar de la vida y hacer disfrutar de la misma a su hinchada al lado de María.
Truculenta historia. Injustificable. Solo hay que advertir los actores de la misma: grupos ultras, Rubén Castro, una extronista de un programa deleznable, Nyno Vargas, Telecinco… en fin, una página del corazón más asqueroso que uno puede imaginar. No se preocupen, si Rubén Castro deja de marcar goles, María abandona su trono verdiblanco, y todo vuelve a ser la angustiosa situación anterior, los salvajes que jaleaban los injustificables supuestos actos del delantero verdiblanco, ya no lo alentarán.
Aun así, cuidado. El Real Valladolid se medirá a un Rubén Castro que espera feliz y en compañía a un hijo, y eso no es bueno para los intereses blanquivioleta. Esto va por rachas, como el cerebro de algunos.