Gracias a su buena temporada, se encuentra entre los tres mejores de España, junto a los de Getafe, Almería y Granada

Foto: Rosa M. Martín
Primero, el FC Barcelona, después, el Real Madrid y, ya en tercer lugar, el Pucela. Que no, que no estamos hablando de preferencias. Que todos tenemos muy claro eso de que ‘Ni Barça, ni Madrid; Real Valladolid’. Y oye, que no habrá otro equipo que rime mejor en ese cántico. Pero que en este caso hablamos de filiales, y aunque sea detrás de los dos grandes ‘pesos pesados’ de esta Liga, estamos de enhorabuena.
En serio que no mentimos. Que ese Promesas que juega en un césped que tiene más años que -el tantas veces nombrado- Matusalén, que ascendió tras una gran temporada con más equipo que calidad, y al que van a ver alrededor de unas cien personas -con suerte- en cualquier partido en invierno, se encuentra en el ‘top tres’ de los mejores filiales de la Liga Española. Ahí es nada, que diría alguno.
Con los cuarenta puntos calentitos en el saco, tras ganar al filial del Sporting B -peor filial de España-, el Real Valladolid Promesas llega a la jornada veintisiete con la permanencia prácticamente en el bote, en séptimo lugar y a cinco puntos del play-off de ascenso a Segunda División.
Hasta el momento, en ese ‘top tres’, se ve superado por el Barça B, que a pesar de la irreconocible campaña del segundo equipo culé, se encuentra una categoría por encima. Siguiendo la lista, está el Real Madrid Castilla, que en las veintiséis jornadas disputadas se mantiene líder del Grupo II -último en cuanto a puntuación del primer clasificado- de la 2ªB, con cuarenta y seis puntos.
Justo después, y con cuarenta puntos, se encuentra el segundo equipo pucelano -y los filiales del Granada, Getafe y Almería-. El equipo azulón encuadrado en el Grupo II-, al igual que el blanquivioleta, se mantiene séptimo clasificado con treinta y cinco goles a favor -los mismos que el Promesas en contra- y veintiocho encajados. Con cuarenta tantos marcados, el equipo de Rubén de la Barrera es el tercer máximo goleador del grupo.
Granada y Almería, incluidos ambos en el Grupo IV, se encuentran a la par, con el mismo número de puntos en clasificación -cuarto y quinto, respectivamente-. Con treinta y cinco goles a favor, y veintiuno en contra, el segundo equipo almeriense se mantiene por encima en la tabla.
En cuarto lugar encontramos al Espanyol B, con un punto menos que el filial blanquivioleta. Cuarenta goles le avalan lo suficiente como para tomarse un respiro en el Grupo III, encaramado a la sexta plaza. Por su parte, también en el mismo grupo, y octavo en la tabla, encontramos al filial del submarino amarillo, con los mismos puntos -37- que el Betis B, del cuarto grupo. Ambos marcan el límite para entrar entre los cinco mejores filiales de la Liga.
Ninguno de ellos obtendrá un premio por acabar entre los cinco -o tres- mejores. Pero el orgullo, sobre todo de la parroquia pucelana, servirá para que poco a poco, de boca en boca, se vayan conociendo las hazañas de ese filial blanquivioleta que pelea porque su trabajo sea reconocido.
Permanencia
Alcanzados los cuarenta puntos, que más o menos dan la permanencia al segundo equipo blanquivioleta, jugadores y seguidores del Real Valladolid Promesas echan la vista atrás para averiguar cuándo y con cuántos puntos lograron continuar en Segunda B anteriores temporadas el resto de equipos de Castilla y León. Y lo cierto es que en los últimos campeonatos en la División de Bronce del fútbol español, la permanencia, comparada con el año que está realizando el Promesas, estaba demasiado barata.
Comenzando la nueva década, en la temporada 2010/2011, 39 fueron los puntos necesarios para mantenerse en la categoría en el Grupo II. La zona de play-out, marcada ese año por el Caudal Deportivo, acabó con La Muela (38 ptos), Peña Sport (36 ptos), Sporting B (34 ptos) y Barakaldo (24 ptos), como últimos clasificados. El Guijuelo, sexto por la cola, fue el que se salvó.
Una temporada después, el número clave fue el cuarenta. El Palencia, con 46 puntos, acabó siendo el que marcara la zona de play-out. Con los mismos puntos y partidos ganados, empatados y perdidos, la Gimnástica Torrelavega resultó ser el verdugo del equipo palentino, que se vio obligado a jugar un play-out que le acabó mandando a Tercera División.
En la 2012/2013, y ya en el Grupo I, se puso un poco más caro seguir otro año en la categoría, pero no demasiado. 44 fueron los puntos necesarios para mantenerse, por lo que el Zamora CF, con 43, acompañaría a Zaragoza B, Constància y Villanovense en el play-out. El Guijuelo, con 45 puntos, fue de nuevo el que se salvaría en el último momento.
Y nuevamente, la temporada pasada, se volvería a ver a los cuarenta puntos como salvadores de muchos equipos. El Caudal Deportivo, con un punto menos, se quedaba en la zona play-out, mientras que los descendidos eran la SD Logroñés, el Noja y el Celta B. Este último acabaría comprando la plaza del Ourense, descendido por impagos, para así continuar otro año más en Segunda B.