El equipo de Paco de la Fuente venció al Atlético Bembibre para alejarse ligeramente de los puestos de peligro en una jornada dispar para los intereses vallisoletanos

Foto: Víctor Álvarez
El Juvenil B del Real Valladolid tenía una cita complicada ante el Atlético Bembibre, pero se hizo valer del factor campo para conseguir superar a los bercianos por dos goles a cero. Ambos tantos llegaron a balón parado, un recurso eficaz a la par que necesario cuando un equipo propone poco juego combinativo y asociativo en ataque.
En la primera parte se demostró. El Real Valladolid se encontraba inoperante en las zonas de peligro y los bercianos por tanto, disfrutaban de cierta comodidad en defensa. Gracias a esa comodidad, los rojiblancos se destaparon en ataque con varias ocasiones: la más clara en las botas de Miguel Cabral, que desbarató Sergio con una buena intervención. Después, se recurrió al balón parado.
No obstante, el equipo que pudo haber sacado partido de la estrategia en la primera parte fue el Atlético Bembibre. Un gran lanzamiento de falta desde lejos sorprendió a Sergio, que optó por despejar el disparo para mantener así el empate a cero y las opciones de su equipo de llevarse el gato al agua. Para poder vencer, eso sí, el Real Valladolid debía mostrar algo más en ataque, ya que Juan estaba completamente solo en la punta, cual isla desierta. Una posición que alternaba con Raúl, para que Juan también cayera a banda… pero sin resultado positivo.
Tras el descanso, los chicos de Paco de la Fuente salieron al campo con una marcha más. Al menos con ganas de intentar combinar en la zona de tres cuartos para poder crear peligro al Bembibre. Y así fue como se consiguió golpear primero. Gracias a una falta lateral provocada por Ander, que se mostró muy incisivo en la banda. El servicio fue de Miguelín y Juan el encargado de cabecear ligeramente el balón. Tal era la duda de si había llegado a rematar el balón que hasta el colegiado San José Ceinos le preguntó si era él el autor del gol.
Pero más que la autoría del gol, lo importante fue romper la igualdad en el marcador, coincidiendo con los mejores minutos de los blanquivioletas en el campo. Poco después, una nueva jugada de Ander en la banda izquierda terminó con un disparo cruzado que obligó a Carlos a desviarlo. El propio Ander sería el protagonista de la jugada del segundo gol, con una nueva internada por la banda que terminó con un jugador berciano derribándole y con el consiguiente gol de penalti del cántabro.
Segundo gol del equipo y ambos llegaban desde jugadas a balón parado. Y pudieron ser tres los tantos aprovechando la estrategia, si una falta directa de Miguelín no hubiese sido despejada por el propio Carlos con una bonita estirada. El vendaval blanquivioleta sirvió para dejar sentenciado el encuentro a pesar del esfuerzo del Bembibre de intentar meterse de nuevo en el partido. Terminaron por encerrar a los chicos de Paco de la Fuente, pero sin relevante peligro.
Victoria que permite un respiro, más aún si cabe cuando Juan -uno de los mayores peligros de este equipo- terminó el partido con molestias en el abductor. El Real Valladolid está inmerso en una guerra que no es la suya, pero nadie les puso ahí sino que por demérito propio se encontraron cerca de los puestos de peligro. Por tanto, ellos mismos son los que con resultados como el de esta jornada deban salir de dichas posiciones. Ahora mismo se encuentran siete puntos por encima del Calasanz de Soria -que marcaría el hipotético descenso por arrastres-, equipo con el que han de disputar un partido aplazado hasta en dos ocasiones por las nevadas en tierras sorianas. Por ello, no conviene descuidarse.
Dos victorias y dos derrotas de los vallisoletanos
Junto a la victoria de los blanquivioletas, los jugadores del CD Parquesol firmaron el otro triunfo con sabor vallisoletano. Y la plaza en la que había que torear no era nada fácil. Los naranjas visitaban a la SD Ponferradina, otro equipo que está en apuros en la zona baja.
Los blanquiazules demostraron sus urgencias y se adelantaron en el marcador, por medio de un gol de Raly tras una falta. Lejos de bajar los brazos, los chicos de Mario Prieto se metieron en el partido con un golazo de Adri Moro desde cerca del medio del campo. Los naranjas siguieron compitiendo y encontraron el premio final en los últimos minutos, en los que un gol de Sergio Sáez redondeaba la remontada para mantener a los suyos en la quinta plaza.
Peores noticias llegaron desde Salamanca y desde la Finca Canterac. En tierras charras, el conjunto de David Valbuena cayó con honor contra el líder -a expensas de los partidos aplazados- de la categoría, la UD Santa Marta. Los transtormesinos golpearon primero por medio de Asensio en el comienzo de la segunda parte, y Héctor ponía la puntilla cuando el encuentro estaba llegando a los últimos minutos. A pesar de la derrota, el Arces mantiene una cómoda séptima plaza.
En una posición menos cómoda, se encuentra el Betis tras su derrota frente a la Arandina. Se trataba de una final para los verdiblancos pero se escapó de su feudo, y de una forma cruel. Un gol en los últimos minutos servía para culminar la remontada a favor de los visitantes, a pesar del gran inicio local. Los verdiblancos se adelantaron con goles de Iván y Raúl, que en apenas diez minutos parecían prever un partido favorable a los de Canterac.
Pero se quedó todo en un espejismo, ya que Alfredo recortaba la distancia para los visitantes. Lo peor estaría por llegar. Tras la reanudación, la Arandina dio la vuelta al marcador en apenas cinco minutos, con goles de Alfredo y Cobos. El Betis acusó el golpe, pero confió en sus posibilidades y un gol de Darío dio esperanzas a los suyos para creer en una victoria que se esfumó en los compases finales, con un nuevo gol de Cobos que llevaban los tres puntos a Aranda de Duero.