Los resultados de la vigesimosegunda jornada no acompañaron al empate del Real Valladolid ni a la derrota de la UD Sur

Las finales no se juegan, se ganan. Los tópicos del fútbol no siempre reflejan lo que es este deporte, pero muchas veces nos escudamos en ellos cuando las cosas no salen bien. En esta ocasión, la UD Sur jugó, compitió, pero no le bastó para vencer al colista de la competición, la UP Plasencia.
El equipo extremeño viajaba a la capital castellano y leonesa con muchas urgencias, tras un largo viaje y sin su entrenador, que no pudo viajar con sus jugadores, ya que forma parte de la primera plantilla de la UP Plasencia y la coincidencia horaria lo impedía. Varios obstáculos que, lejos de amedrentar a los placentinos, les encorajinó aún más. Hasta el punto de creérselo según avanzaban los minutos del partido.
La primera mitad fue un reflejo del quiero y no puedo del Ascensores Zener. Los chicos de Jonathan Prado tenían en mente romper el marcador cuánto antes para presionar aún más al Plasencia pero recurriendo a otro tópico “antes de marcar el segundo gol, hay que meter el primero”. Las ocasiones no fueron para los locales, de hecho, el mayor peligro en la primera parte estuvo en un disparo desde lejos de Luismi que se estrelló en el larguero de la portería de Rubo.
Tras el paso por vestuarios en el tiempo de descanso, la UD Sur cambió ligeramente su creación de juego e intentaba lanzar balones directos en busca de Juan, la referencia en el ataque. Con esta consigna llegaron las ocasiones a cuentagotas. La primera en las botas de Oli, tras una pugna de Juan con los centrales que benefició al extremo, pero se hizo un lío y no pudo finalizar en gol la jugada. Pocas oportunidades más llegarían con el mismo patrón: Edu, el central del Plasencia, se encargó de frenar al espigado delantero y con ello neutralizó la mayor parte de opciones ofensivas de los rojillos.
Por ello, Prado sumó a Marcos Martín al ataque. Así se generaban otras alternativas de peligro, como un disparo de Pesca desde la frontal que tuvo una buena respuesta por parte del portero de la UP Plasencia, Javi Herrera. El cancerbero disipó las dudas que mostraba al comienzo del encuentro y se convirtió en el peor enemigo del Ascensores Zener, salvando las pocas ocasiones que se generaron posteriormente: a través del balón parado.
Sin embargo, cuando el resultado gafas parecía convertirse en el definitivo, los placentinos anotaron el solitario gol a través de Juanlu. El extremeño finalizó una jugada colectiva provocada por un desajuste de la zaga de la UD Sur en un repliegue defensivo. Quizás un castigo inmerecido, pero la UP Plasencia jugó su partido y tuvo dos oportunidades para hacer gol en la segunda mitad: una falta envenenada que fue despejada entre Rubo y el larguero y un gol anulado a Luismi que bien podía haber subido al marcador.
Las finales no se juegan, se ganan. La UP Plasencia creyó hasta el final en conseguir la victoria, quizás por eso, se llevó el gato al agua. La UD Sur ya no puede hacer nada por remediar el resultado y la derrota escuece, más si cabe, cuando los resultados de la jornada son del todo desfavorables. Por lo que a partir de ahora, las finales no se elegirán, el traspié de Plasencia no entraba en las quinielas, pero todo tiene que sumar para conseguir ganar los futuros partidos claves que marcarán el porvenir del equipo.
El Real Valladolid consigue un punto en Badajoz
Es Ley de Murphy, si algo puede salir mal… saldrá mal. El Real Valladolid realizaba el desplazamiento más largo del año con dos jugadores del Juvenil B y otro jugador del Cadete A. Por ello, las complicaciones a la hora de realizar la convocatoria se quedan a un lado cuando el partido comienza. Eso si, cuando el equipo rival consigue anotar en el primer minuto, las cosas se ponen todavía más cuesta arriba.
Pero si este equipo se empeña, consigue dar la vuelta a situaciones delicadas. Ya lo hizo la jornada anterior en el partido frente al Real Madrid, y contra el Flecha Negra también tiró de orgullo para, al menos, igualar la contienda. Los diez mejores minutos del equipo bastaron para convertir una de las ocasiones que dispusieron los blanquivioletas –lejos de la cantidad de oportunidades desperdiciadas por los pacenses–.
Pelayo, el capitán del Juvenil A, fue el encargado de poner la igualdad en el marcador. Un tanto que supone el primer gol del mediocentro en la categoría, y que sirve para conseguir un punto. Gracias también a la escasez de puntería de los jugadores del Flecha Negra, pero al final el equipo de Macón no se vuelve de vacío en un desplazamiento a Extremadura, que por lo general se le da mal al Real Valladolid en los últimos años de División de Honor.
Un empate meritorio por las circunstancias, y por la actitud de los trece futbolistas de la plantilla del Juvenil A, como de los tres jugadores de la base que subieron para echar una mano. El final de temporada se va a hacer muy cuesta arriba a este equipo. Pero lejos de bajar los brazos, intenta seguir compitiendo.