El exguardameta del Athletic Club se desliga del Racing de Santander, donde ha huido de la sombra de Mario Fernández, para adoptar el papel de segundo portero de Rubi

Raúl Fernández (Bilbao, 1988) es el nuevo guardameta del Real Valladolid hasta final de temporada, después de finalizar su vinculación con el Racing de Santander, donde no gozaba de minutos, y de aceptar la posibilidad de formar pareja bajo palos con el veterano Javi Varas tras la salida de Dani Hernández rumbo a Tenerife.
La operación se ha terminado de cristalizar cuando los santanderinos han confirmado el fichaje del tercer portero del Espanyol, Germán Parreño, último requisito para dar vía libre a la llegada de Fernández a Valladolid.
Al ya exportero verdiblanco, crecido en Lezama, aún le palpitan vínculos con el Athletic Club. A pesar de que la entidad vizcaína decidiera apartarlo de la competencia con Gorka Iraizoz en San Mamés y venderlo al Racing, puede recuperarlo si activa una opción de compra válida en la conclusión de la actual campaña. Si desde Ibaigane deciden desecharla, Fernández pasaría a todos los efectos a ser propiedad del club de la Avenida Mundial ’82.
Aunque antes de que ese momento llegue, el espigado arquero pucelano debe amoldarse al papel que, desde el principio, sabe que se le ha encomendado: el del paciente suplente. Varas, titular indubitable desde septiembre, constituye una de las figuras más destacadas del actual transcurso del Real Valladolid por la Segunda División. Así, no parece que la incorporación de Raúl responda al ánimo de arrebatar la condición que ostenta el meta sevillano, sino a la de rellenar el espacio abandonado por Hernández con un portero, al menos, que garantice el mismo rendimiento que el internacional con Venezuela.
El mensaje público de Hernández, en el que expresaba el deseo de dejar el Nuevo José Zorrilla para mantener vivas sus opciones de jugar con la ‘Vinotinto’, desplegó un nuevo frente de negociación en el despacho del director deportivo, Braulio Vázquez. De aquella manera, la incorporación de un portero se había situado como la prioridad, incluso por delante de la necesidad de agregar a la plantilla un delantero de área. Vázquez, sagaz, engrasó la maquinaria para atraer a Raúl Fernández, un portero destapado por Marcelo Bielsa –aunque debutara de mano de Caparrós– y cuya inconstancia, enclavada en un error imborrable frente a la Real Sociedad, volvió a amilanar.
Un ‘cachorro’ que entre leones no encontró su refugio, tampoco lo halló en Cantabria, donde apenas cuatro partidos con la camiseta del Real Racing Club lo han alertado del estancamiento al que podía despeñarse su carrera deportiva. A El Sardinero se trasladó para dejar atrás Soria, donde fue cedido por el Athletic Club en la campaña 2013/14. Conquistó una titularidad luego perdida después de sufrir una lesión en las costillas. Antes de recalar en Los Pajaritos y de pasar tres campañas consecutivas en el primer equipo del Athletic Club, los bilbaínos lo dejaron a préstamo, primero en Cuenca y después en Granada, donde experimentó las sensaciones de lograr un ascenso a Segunda A con veintidós partidos a sus espaldas.
La Real, París, un error
Siempre como escolta de Gorka Iraizoz, para Fernández el veintitrés de abril de 2011 fue un día que no olvidará jamás. La sanción del primer guardameta del Athletic de Caparrós propició que en San Mamés, y ante la Real Sociedad, debutara de manera oficial con la primera plantilla. Terminó satisfecho, por su actuación y por el triunfo, pero no tuvo continuidad. En la temporada siguiente, la Liga solo le deparó un partido, el penúltimo.
Pero en la Europa League, su nombre maduró en el foco mediático cuando el ‘Loco’ Bielsa, con su Athletic ya clasificado, lo puso de inicio en el Parque de los Príncipes ante el PSG.
Cayeron cuatro a dos, pero el meta bilbaíno desanudó las críticas positivas del entorno y de la prensa, como recoge El País el 14 de diciembre de 2011. “Raúl, el portero, se fue con cuatro goles, pero con un sobresaliente entre sus guantes. Llenó su partido de paradas memorables con un aplomo impropio de su juventud (23 años) y su falta de partidos. Pastore, la presunta joya del PSG, se acordará de él”, analizaba el cronista Eduardo Rodrigálvarez. Solo jugó un partido más aquella temporada, el último de los rojiblancos como locales, saldado con un empate a cero frente al Getafe.
Pero donde comenzó, terminó. En su último curso bajo las órdenes de Marcelo Bielsa participó en dos partidos de Copa del Rey, tres en UEFA, y otros tres en liga. El último, en San Mamés, lo citó con la Real Sociedad. Y todo sucedió al contrario que en el debut, cerca de dos años antes. Falló, desprendió nerviosismo y tuvo un error que lo penó. Un balón mal blocado propició el segundo gol de los guipuzcoanos, obra de Agirretxe. El Athletic perdió y Bielsa volvió a apostar por la veteranía de Iraizoz.
Fue el último encuentro de Raúl con la rojiblanca. Tampoco continuó el ‘Loco’ en el banquillo de San Mamés. El cachorro, desamparado por los leones, aprendió a crecer a la sombra de su competencia y a apuntar a las oportunidades que lo mantengan latiendo.
La presentación oficial de Fernández tendrá lugar este viernes 23 de enero, a las 13.15 horas, después de finalizar su primer entrenamiento con los futbolistas blanquivioletas.