El Pucela se da un festín a costa de un apático FC Barcelona B

Sí, cayeron como churros. Uno a uno y como el que no quería la cosa. Y eso que el partido empezó con Adama desatado y creando muchas inseguridades a la parroquia vallisoletana. Por suerte, eso quedó en un susto y el Real Valladolid pudo brindar a su público un broche de escándalo a un año fatídico como ha sido el 2014. Un siete a cero para el recuerdo.
El último partido con goleada semejante fue el seis a uno al Rayo Vallecano hace ya dos años. En aquel partido, como en este, Óscar, desatado y mal atado, anotó dos goles, y Manucho también anotó dos, aspecto que ha emulado esta vez Mojica, quien ha hecho el camino inverso desde Vallecas a Valladolid.
Aquí deberían cesar las comparaciones, ya que, a decir verdad, el mérito aquel día fue del Real Valladolid, de Djukic, y en esta ocasión el mérito hay que atribuírselo a Eusebio Sacristán, ya que el entrenador del Barça B obtuvo una injusta respuesta de sus pupilos a sus palabras de esta semana. Los de La Masía estuvieron poco profesionales, y si a eso unimos que los de Rubi tenían un hambre de gol que rozaba la inanición, pues eso: se juntaron el hambre y las ganas de comer.
El partido se resume en números: el 4-3-3 que planteó acertadamente Rubi con un trivote compuesto por Rubio, Leão y Timor y el 7-0 final. Y es que el partido, con tanto gol que habla por sí solo, no tiene mucho más que comentar. Como una fiesta de Nochevieja; la borrachera (de goles) hace que todo lo demás parezca difuso, que no nos acordemos de que Óscar Díaz no jugó un solo minuto u olvidemos que ahora hay que reforzarse, por ejemplo, con un delantero centro.
Más números y récords

Un poco más tarde, el Atlético de Madrid ganaba por 1-4 al Athletic con un hat-trick de Griezmann, y buscando datos de nuestro partido, obtuve que el Pucela es el equipo más goleado por el francés, con seis tantos. Pero eso no me iba a desmotivar, y pude encontrar una buena serie de cifras y datos anecdóticos.
Por ejemplo, Jeffren parece bendecido con lo de que no hay quinto malo, ya que en la histórica ‘manita’ blaugrana al Madrid de Mou, anotó el quinto y definitivo, y ante el Barça B también anotó el quinto, aunque este no cerró la goleada. Realmente mal estuvo el filial azulgrana, que igualó la peor derrota de toda su historia en Segunda, ya que en 1988 también perdió 7-0 contra el Racing.
En lo que al Real Valladolid respecta, no marcaba siete o más goles en un partido de Segunda desde el 21/01/1979 (7-1 vs. Racing de Ferrol) y la última vez que ganó un partido en esta categoría por siete o más goles de diferencia fue el 22/12/68 (10-1 vs. Jerez Industrial).
En una jornada para la historia, Real Valladolid, Numancia y Lugo han contribuido sobremanera a que esta sea la más goleadora desde la decimotercera de la temporada 1985/86, donde se marcaron 44 goles por 42 de esta.