El Real Valladolid Promesas se impone al Marino de Luanco gracias a los tantos de Guille Andrés, Xavi Carmona y Ayub y ya acumula veinticinco puntos

El Real Valladolid Promesas cerraba jornada y puente y estrenaba horario ante el Marino de Luanco, y no parece que los lunes le sienten mal. Se enfrentaba al colista, un equipo que tan solo ha ganado un partido –ante la Cultural Leonesa–, cosa que podría hacer suponer que sería un partido fácil, si no llega a ser por las numerosas dudas creadas en los últimos encuentros del conjunto de Rubén de la Barrera.
Con las bajas de Anuar y Toni por acumulación de tarjetas, pero con Jorge Hernández y Guille Andrés de inicio, el filial blanquivioleta salió a por todas desde el primer segundo. Tanto, que en el minuto cinco el de Xàtiva adelantaba a los pucelanos tras un disparo cruzado que sorprendió a Rafa Ponzo, el portero asturiano.
Pasaron poco más de diez minutos y el Marino de Luanco se volvió a llevar un susto. Guille Andrés controló el balón y asistió a Ángel, cuyo disparo se encontró con el larguero. Diecisiete minutos de partido y el filial blanquivioleta ya había dejado claras sus intenciones.
El encuentro continuó con un Promesas que ganaba en posesión de balón, que llegaba a la portería rival y que defendía bien las escasas ocasiones del equipo asturiano, que encontró premio en un rechace después de que Julio detuviera un balón a bocajarro tras un córner, pero que no subió al marcador, puesto que el linier dictaminó que el jugador del Marino estaba en fuera de juego en el momento de rematar.
Con alguna llegada del equipo local, y poco peligro para el portero vallisoletano, se cumplió la media hora de juego, en la que lo más destacable fue un remate de Fran No tras una falta botada por Javi Navas, que, a diferencia del partido ante el Celta B, no encontró portería.
Tuvieron que pasar diez minutos para ver el segundo gol de la tarde, obra de Xavi Carmona, poco habitual entre los goleadores, que con un derechazo perfecto batió la portería del Marino, después de un buen pase de Ángel. Dos minutos después, era el madrileño el que fallaba un remate en el área pequeña. Con un posible penalti no pitado sobre Guille Andrés se llegó al descanso.
Marco Díaz debió poner las pilas a sus jugadores, que saltaron al terreno de juego tan enchufados que no parecía que fuesen perdiendo cero a dos (o sí). De ahí salieron los primeros –y únicos– minutos en los que el Marino fue superior al conjunto de Rubén de la Barrera, que veía como el campo de Miramar se iba convirtiendo poco a poco en barro, haciendo pensar que allí jamás hubo césped. Instantes de dominio local con el Promesas encerrado en su campo que no fueron a más, ya que los disparos locales siempre encontraban a un Julio muy bien colocado en el centro de la portería y que vio pasar el partido sin apenas una estirada que le complicara las cosas.
Con cambios en ambos equipos, los minutos fueron pasando sin que el marcador se moviera para ninguno de los dos bandos, con tan solo dos jugadas destacadas que dejaron a Iván y a Fran No con sendas tarjetas amarillas después de dos entradas duras sobre los rivales. Dani Vega, que ingresó en el campo por Javi Navas, y Ángel de nuevo, fueron los encargados de que Rafa Ponzo tuviera movimiento.
Nuevamente Rubén de la Barrera movió el banquillo, retirando del terreno de juego a un embarrado –como todos– Jorge Hernández, que no jugó su partido más brillante, posiblemente por el lamentable estado del campo de Miramar. En su lugar entró Juanjo, que, por primera vez esta temporada, jugó en su posición natural, el extremo derecho.
Un minuto después del cambio, Ayub, que acabó el partido ante el Celta B lesionado, y que volvió a entrenar con el equipo el sábado, hizo de mago para sacarse de la chistera un golazo después de recoger en la frontal el rechace de una falta. Se lo guisó y se lo comió, dejando a extraños con la boca abierta y a propios aplaudiendo desde la lejanía.
Desde el tercer gol del filial pucelano al final del partido, lo único destacable fue la amarilla que recibió Espolita –única tarjeta para el conjunto local– tras una falta a Juanjo, y el tercer y último cambio del conjunto de Rubén de la Barrera, que dio entrada a Sekou por el ‘9’, Guille Andrés, encargado de abrir la lata.
Así pues, final del partido y tres puntos que sirven para disipar posibles dudas, volver a ganar a domicilio y sobre todo para acercarse un poco más al objetivo de la primera vuelta, los treinta puntos. El próximo partido será este sábado a las cuatro menos cuarto en Los Anexos al Nuevo José Zorrilla, ante el CD Lealtad, penúltimo clasificado.
Club Marino de Luanco: Rafa Ponzo, Pablo Suárez, Guaya, José Ángel, Pandiani, Dudi, Espolita, Fran Pastor, Merino (Imanol, min. 69), Omar (Iván Prendes, min. 76) y Juanma Torres (Tito, min. 46)
Real Valladolid Promesas: Julio, Carmona, Ramiro, Iván Casado, Brian; Fran No, Ayub; Ángel, Jorge Hernández (Juanjo, min. 79), Javi Navas (Dani Vega, min. 61); y Guille Andrés (Sekou, min. 83)
Árbitro: Cordero Vega (C.T. Cántabro) amonestó a Iván Casado y Fran No por los vallisoletanos, y a Espolita por los asturianos.
Goles: 0-1, min. 5: Guille Andrés. 0-2, min. 35: Carmona. 0-3, min. 80: Ayub.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 16ª en el Grupo I de Segunda B disputado en el Campo Miramar de Luanco (Asturias), con el terreno de juego en malas condiciones por la lluvia caída en Asturias en los últimos días, ante 376 espectadores.