El portero sevillano se erige como la figura más determinante en un partido para el olvido
No iba a ser fácil, pero tampoco tenía que haber sido tan tedioso. Un empate a cero a la hora de la siesta que de no haber sido por el café de la sobremesa, bien podría haber actuado como un somnífero al igual que una etapa llana del Tour de Francia.

Quizás lo más entretenido del encuentro se produjo antes de él. La alineación que el Real Valladolid disponía ofrecía varios cambios con respecto al último partido de liga: entraban Chus Herrero, Timor y Jeffren por Javi Chica, Sastre y Óscar Díaz. Definitivamente, el ariete procedente del Almería quedaba fuera del once titular. De esta manera, parecía aún más lógica la omnipresencia de Bergdich y Mojica, pero esta vez no estuvieron acertados, o más bien, fueron frenados con inteligencia. Si el colombiano dejó algún destello al final del choque, el marroquí no estuvo demasiado participativo, y los dos se chocaron con bastante asiduidad frente al muro de Aitor.
Una primera parte nefasta del Real Valladolid en la que Varas, tras el saque de una falta lateral en el minuto 34, salva al Real Valladolid de ponerse por debajo en el marcador. Y esto, en Anduvo, y más aún con el partido que se estaba presentando, podría haber sido catastrófico.
En la segunda parte, y con la valiente entrada de Guille Andrés por Samuel, el equipo blanquivioleta mejoró a ratos dentro del soporífero fútbol que se vislumbraba. La entrada de Omar Ramos ofreció también algo de picante a un partido, de por sí, soso como el solo.
Cuando no puedas ganar, es mejor no perder, y ante la imposibilidad y la impotencia del equipo de Rubi en ataque, entran en juego dos hombres fundamentales. El primero es Peña, quien tuvo que acomodarse al central izquierdo tras la sustitución de Samuel. El catalán lo hizo a las mil maravillas, estando correcto en todas sus acciones y atento a los balones peligrosos que llegaban hasta sus dominios.
Sin embargo, el héroe del partido del peor encuentro del Real Valladolid en lo que va de liga fue Javi Varas. En las postrimerías del choque, en la última oportunidad del mismo, un lejano lanzamiento de falta bien ejecutado por el rojillo Ruper hace que el meta sevillano tenga que volver a aparecer de forma providencial para despejar el balón cerca del poste derecho de su portería.
El partido, similar en ciertos aspectos al vivido en Lugo, tuvo, esta vez, un final agridulce, que al menos algo es, con la intervención de Varas, quien, con esta actuación, firma su primer MVP como blanquivioleta.