Guille Andrés pasó por sala de prensa tras abrir la lata frente al Girona para comentar las sensaciones de su positivo debut. También habló Carlos Peña

Foto: Real Valladolid
El del Girona era el partido para los chicos de las categorías inferiores. En especial para los siete que completaban la convocatoria del Real Valladolid. Solo pudieron jugar cinco, aunque debutaron tres. Entre ellos, el más destacado fue Guille Andrés. Marcó el primer tanto del partido y tuvo doble estreno. Fue el protagonista y uno de los requeridos en sala de prensa.
Se definió como «un chico muy tranquilo». Quizá por ello no le tembló la cabeza para poner el balón donde quería. «Es uno de los días más felices de mi vida», se sinceró. No es para menos, ya que pocos consiguen ver portería en el día de su debut. Y sabía que esto último, lo de estrenarse, iba a ser «complicado».
Con su temple, estaba concienciado para «aprovechar la oportunidad cuando llegara», después de ver los dos últimos encuentros completos desde el banquillo. «Tenía ganas de debutar», continuó. Muchas. Por eso buscó el gol y no paró hasta encontrarlo, en el minuto doce de la segunda mitad. Lo dejó todo sobre el césped. Era su partido.
No ocultó el nerviosismo previo al pitido inicial, aunque reconoció que los compañeros le dieron «tranquilidad». «Tengo muy buena relación con todos. Jugar con gente del primer equipo me ha hecho encontrarme muy a gusto«, añadió. Entonces, él salió «a dar el máximo» porque está trabajando «para gustar a Rubi». Cumplió ese objetivo, ya que le dio la enhorabuena tras el partido.
Obviamente, no es lo mismo jugar en la división de plata que en la de bronce. «La velocidad se ha notado mucho. Al controlar ya tenías que haber pensado dónde dar el balón«, apuntó. Pese a ello, Guille no desentonó y parecía uno más, al igual que el resto de sus compañeros del Promesas. «Sabemos que estamos trabajando bien y que las oportunidades llegan. El entrenador confía en nosotros y tenemos que devolvérselo», señaló. Pero tienen los pies en el suelo porque su equipo es «el filial».
Foto: Real Valladolid
«No nos cansamos de ganar»
Carlos Peña también atendió a los medios de comunicación. Fue el único de los teóricos titulares que se mantuvo en el once inicial. Era un partido diferente porque sus compañeros no eran los habituales, aunque considera que las sensaciones son «buenas».
Pese a no haber sido un encuentro como los que venían disputando, el objetivo sigue siendo el mismo. «No nos cansamos de ganar», subrayó. La ambición es muy alta dentro del vestuario. Todos quieren hacerlo bien para tener más minutos.
Destaca la participación de los más pequeños. «Siempre es importante que jueguen», comentó. Uno de los puntos débiles del Real Valladolid en los últimos años ha sido la falta de continuidad de los chicos del filial con el primer equipo. En este caso, ante el Girona, Peña ensalzó el descaro con el que afrontaron el partido.