Los chicos de Paco de la Fuente vencieron en el mejor encuentro de lo que va de campaña al Burgos Unión Deportiva, uno de los colíderes

Había empezado el Juvenil de Liga Nacional del Real Valladolid regulín regulán. Con una victoria, un empate y dos derrotas, llegaban al duelo ante el Burgos Unión Deportiva, una de las sorpresas del inicio liguero, en la zona baja de la clasificación. Si uno desgrana esos resultados, verá que las dos veces que los de Paco de la Fuente cayeron lo hicieron fuera de casa, mientras que en Los Anexos, aun con cierto sufrimiento, sacaron los dos resultados positivos. A la tercera en casa, por fin, tocó respirar.
Desde el silbatazo inicial de Jorge de la Fuente Ramos –hermano mayor del joven árbitro de Segunda–, los blanquivioletas llevaron el peso del encuentro, si bien les costó encontrar el ritmo. El esférico era suyo, pero se movía con pesadumbre y sin profundidad, hecho provocado, en buena medida, por el buen hacer defensivo del Burgos UD.
Los encarnados se plantaron delante de su área con dos líneas bien juntas, esperando un robo que les permitiera salir rápido al contragolpe y aprovechar la velocidad de sus atacantes, algo que, para su desgracia nunca sucedió, o por lo menos no con la claridad suficiente como para marcar.
Con todo, aunque a los pucelanos les parecía faltar ‘punch’, el solo hecho de tener el balón les hacía acreedores de crear peligro con mayor asiduidad. Así, en el minuto diecisiete, un lanzamiento de esquina al segundo palo acabó con un remate de Raúl, que aprovechó la mala salida del portero para sobrepasar la línea. Sin embargo, el asistente no lo vio y el tanto no subió al marcador.
El gol fantasma no pesó a los locales; más bien al contrario, pareció darles nuevos bríos. En adelante, fueron poco a poco embotellando a los burgaleses no ya en su campo, sino en las inmediaciones de su área. Aun sin encontrar demasiados espacios, prosiguieron con su dominio hasta que a la media hora lograron, entonces sí, adelantarse, gracias a otro córner, esta vez rematado a la red por Fran.
El tiempo restante hasta el descanso siguió el mismo guión, igualmente, sin claras oportunidades. En la segunda parte, la historia fue distinta, gracias, en buena medida, a la entrada de Pablo Brítez. La movilidad del punta de origen paraguayo puso en serios aprietos a la defensa del Burgos UD, debido a que aparecía tanto en posiciones más atrasadas como en las bandas, ayudando en la creación.
No era un nueve que estaba, sino que aparecía, y fue así, llegando, como llevó mayor peligro a la portería de Jorge. Así, desde su entrada se sucedieron las ocasiones, que hicieron crecer la figura del cancerbero visitante. El propio Pablo Brítez estuvo cerca de marcar en el minuto 57, cinco más tarde pudo hacerlo Juan a la salida de un córner… y, en el 65′, llegó el dos a cero.
Brítez, después de una rápida recuperación del Juvenil B, se plantó solo delante de Jorge y envió el esférico a la red con una genial definición. No conforme con ello, siguió mezclando por izquierda con Ander, muy activo en el costado zurdo. Juan en la derecha era profundo, el cántabro también por su lado, Miguelín buscaba aprovechar los espacios que abría Brítez… El encuentro iba rodado. El fútbol ofrecido por los blanquivioletas era certero, serio y sin fisuras.
A falta de un par de minutos para el final, el central Blanco vio la tarjeta roja, después de que el colegiado le mostrase la segunda amarilla. Para entonces, el conjunto encarnado ya había bajado los brazos, no solo por el resultado, sino por la sensación de franca superioridad del Real Valladolid B. Empequeñecidos por su juego profundo y la magia de Brítez, no pusieron a Sergio en aprietos, e incluso, en la última jugada del partido, acabarían recibiendo un tercer gol, otra vez del ex del Villarreal y Fútbol Peña, que envió a la red con placidez un centro lateral de Ander, con quien se asoció en el nacimiento de la jugada.
El triunfo, ante una de las momentáneas revelaciones de la categoría, puede no ser de campanillas, por el momento en el que se produce, pero sí ha de servir a los de Paco de la Fuente para seguir creciendo e ir alcanzando poco a poco la regularidad anhelada. Fuera de casa al equipo le cuesta coger aire, e incluso en Los Anexos, hasta hoy, les había faltado duende, que se dice del cantaor. Los tres puntos, y sobre todo la manera de lograrlos, deben servir como espaldarazo para que la mejora experimentada no sea más que un mero espejismo.
Real Valladolid B: Sergio; Abraha, Blanco, Fran, Pablo; Pave, Cisneros; Juan, Miguelín, Raúl; y Poncela. También jugaron: Pablo Brítez, Repi, Ander y Edu.
Burgos UD: Jorge; Ángel, Joni, Sedano, Viti; Valen, Antonio, Dani, Xavi; Andrés y Gabri. También jugaron: Marti, Kalas, Santi, Kiko y Pablo.
Goles: 1-0, min. 30: Fran. 2-0, min. 65: Pablo Brítez. 3-0, min. 90: Pablo Brítez.
Incidencias: Blanco fue expulsado en el minuto 88 después de ver la segunda cartulina amarilla. El partido, que se jugó con media hora de adelanto con respecto al que disputaba el División de Honor, contó con la presencia de Carlos Suárez, presidente del Real Valladolid, de Braulio Vázquez, director deportivo, y de Cata, director de las categorías inferiores.