El Real Valladolid logra un empate en El Molinón y ya es colíder de la Segunda División. Zakarya Bergdich adelantó a los blanquivioletas, tanto que neutralizó Guerrero para un Sporting que continúa invicto

El Real Valladolid Promesas aprovechó la caída de la Unión Deportiva Las Palmas en el derbi contra el Club Deportivo Tenerife para colocarse colíder, merced al empate cosechado en El Molinón, frente al Sporting de Gijón. El franco-marroquí Zakarya Bergdich puso por delante a los blanquivioletas a la hora de encuentro y Guerrero, a falta de menos de cinco minutos para el final, logró el empate definitivo.
El encuentro estuvo carente de brillo, principalmente en la primera mitad, en la que el dominio fue alterno y las ocasiones no fueron ostentosas. Con todo, y pese a que el Real Valladolid rondó las inmediaciones de la meta de Cuéllar, fueron los sportinguistas quienes quizá estuvieron más cerca del gol, ya que, aunque por poco, suya fue la mayor sensación de superioridad.
Ordenado y sacrificado, el Pucela fue capaz de probar al cancerbero rival a través de David Timor, su principal francotirador. Nacho Cases, mientras tanto, tuvo la más clara para los locales, pero fue incapaz de hacer hincar las rodillas a Javi Varas.
Es aquí, precisamente, donde se hizo daño Roger. El delantero valenciano tuvo que ser retirado a la media hora por una lesión en la articulación derecha que se teme que sea de gravedad. Será mañana cuando se le realicen las pruebas pertinentes, pero las primeras exploraciones hechas in situ, según fuentes cercanas a la entidad, no invitan al optimismo.
Volviendo al encuentro, decíamos, las oportunidades no fueron muchas, pero sí francas. Además de la tímida de Timor, Alfaro marró una muy clara antes del tanto de ‘Caballo Loco’ y Óscar, tras un servicio del onubense, pudo cerrar el encuentro con un testarazo que impidió ‘El Pichu’ Cuéllar que acabase alojado en sus redes.
Esto fue fruto del mejor tramo de encuentro por parte de los blanquivioletas, la primera mitad del segundo periodo. Ese mejor juego permitió que Zakarya Bergdich anotase, dentro del área, su primer tanto en encuentro oficial con la remera vallisoletana, tras una asistencia de Óscar González y una gran jugada colectiva.
Pero El Molinón es territorio comanche, un estadio del que es difícil sacar tres puntos, y su defensor, un equipo que, a pesar de su juventud, rinde como pocos lo han hecho hasta el momento en la categoría. Prueba de ello es la condición de invictos que ostentan, que lograrían mantener tras el arreón final, obligado ante los ánimos de su público y por los propios.
De nuevo, los asturianos fueron haciéndose poco a poco dominadores del terreno y el esférico, y a aproximarse al área de Varas. Mientras tanto, el Pucela dio un pasito atrás, mitad obligado, también, y mitad por convicción, porque se saben –o se creen– duros de pelar y fuertes en defensa. Sin embargo, esta fortaleza acabaría puesta en entredicho en una nueva jugada a balón parado.
Una falta lateral cometida por Mojica, magistralmente botada por Juan Muñiz, se encontró con la cabeza de Miguel Ángel Guerrero, que remachó a la red. Faltaban cinco minutos para el final, que transcurrieron sin demasiado peligro sobre ninguna de las dos porterías. Rubi, incluso, terminaría dando entrada a Lluís Sastre por Óscar casi con el tiempo expirado.
La permuta no puede llegar a considerarse defensiva por el momento en que se dio, aunque lo cierto es que, por momentos, dio la sensación de que los blanquivioletas, tras nadar hasta lograr la ventaja obtenida a través del gol de Bergdich, ansiaban guardar la ropa. Pero en El Molinón llovía, y no solo del cielo, y como el rival soplaba para hacer mover el paraguas, al final lo de mojarse –nado aparte– era, sino esperado, sí al menos previsible.
No obstante, después de sufrir –llámenlo ‘x’– el dominio rival y de conseguir ponerse por delante en un estadio tan complicado, ante tan digno enemigo, y sin jugadores tan importantes como Álvaro Rubio o Roger, esta cuestión no es grave. Menos si cabe si se tiene en cuenta que el empate sirve, igualmente, para dar un paso adelante en la clasificación.
El Real Valladolid prolonga su buen momento de resultados y suma su cuarto partido sin perder, quinto si se tiene en cuenta el duelo copero ante el mismísimo Sporting. El punto vale, también, para alcanzar el coliderato de la clasificación, después de la derrota de Las Palmas, y mantener la segunda plaza, con un punto de ventaja con respecto a los rojiblancos y al Real Betis Balompié, próximo rival.