El técnico del Real Valladolid da por válido el punto obtenido en un estadio complicado como El Molinón ante «uno de los equipos más intensos de la categoría»

El entrenador del Real Valladolid, Joan Francesc Ferrer, ya conoce el sabor del empate. Comentaba esta semana, en tono jocoso, que no lo hacía desde su llegada a orillas del Pisuerga, y fue a obtenerlo en un feudo tan complicado como es el de El Molinón, ante el tercer clasificado de la competición liguera.
En su comparecencia en rueda de prensa en el estadio del Sporting, Rubi dio por bueno el empate, aunque reconoció cierta amargura por no haber logrado los tres puntos. «Con este rival, aquí, no te puedes relajar un segundo. A base de envíos a balón parado han tenido su premio. Si miramos los minutos de dominio, el resultado me parece justo, pero nos vamos con mal sabor de boca, porque en la segunda parte hemos hecho cosas para llevarnos el partido», manifestó.
En opinión del técnico blanquivioleta, la primera media hora fue para el Sporting, que, «por intensidad», no les dejó hacer su juego, aunque apenas dispuso de ocasiones. En el tramo siguiente, hubo mayor precisión y dominio visitante, «y la segunda parte fue totalmente nuestra», afirmó Rubi con rotundidad, reconociendo la salvedad de los diez últimos minutos.
La explicación que ofreció el de Vilassar de Mar se basó en el mérito del rival, «uno de los equipos más intensos de la categoría, que no te dejan pensar y con quien te cuesta tener el balón». No cree que a los suyos les faltase ímpetu. De hecho, tocaron «alguna cosa en el descanso que funcionó muy bien», pero el balón parado, uno de los fuertes del conjunto rojiblanco, decidió.
«Para mí este es un partido normal de Segunda. El equipo lo ha hecho bien en el campo del tercero, ha aguantado mucho sus embestidas. La pena es que, con todo lo que hemos llegado a defender situaciones como la del gol, se nos han escapado así dos puntos», ponderó.
El entrenador catalán quiso poner en valor tanto la capacidad del rival, que consiguió quitarles el balón durante media hora y en los últimos minutos, como la de sus jugadores, a los que esta semana se había «achacado» que solo ganaba a los de abajo. «Sabemos que la categoría es muy difícil. Estamos en la cabeza de la clasificación y estamos contentos. A veces somos demasiado minuciosos –usó la primera persona aun refiriéndose a las críticas de terceros–. El equipo está trabajando bien, hay que darle tiempo porque hará las cosas mejor y va a ir a por todas todo el año», aseveró.
No obstante, como es lógico, reconoció que le habría gustado «no haber sufrido esa media hora y los diez últimos minutos». Y señaló una posible razón de ese final: «Tenemos el problema de que, en esos minutos, a veces hacemos alguna falta innecesaria que nos ahorraría un balón parado». No en vano, para él, ir a El Molinón, «con el Sporting jugándose el liderato», y pretender que no te avasalle un rato, es quimérico. «No recuerdo excesivas paradas de Varas. Me hubiera gustado tener más el balón, pero me parece normal lo que ha pasado», finalizó.