Rubén de la Barrera, entrenador del Real Valladolid Promesas, analizó este mediodía el encuentro con el Real Oviedo ante los medios de comunicación

Si ayer Iván Casado dejó claro en rueda de prensa que el Real Valladolid Promesas que no tienen ningún miedo al Real Oviedo, este mediodía fue su entrenador, Rubén de la Barrera, quien compareció ante los medios para analizar qué espera del encuentro y de sus hombres. El técnico y el central han coincidido en que se trata de «un partido especial«, en palabras del gallego, porque «es un estímulo más para que los chicos se terminen de soltar y compitan contra uno de los mejores equipos de la categoría, ya no solo de este grupo».
Asimismo, también están de acuerdo en que tratar al Oviedo de tú a tú les puede dar la posibilidad sorprender a su rival. El técnico tiene las cosas claras, y sabe que solo tienen dos opciones: «jugar el partido o ver como el Oviedo lo juega». Teniendo en cuenta que, en su opinión, si se decantan por lo segundo perderán «seguro», la única opción que les queda es la de plantar cara. «Si les miramos a los ojos y atacamos sus puntos débiles, vamos a tener opciones. Si hacemos todo lo contrario no va a haber ninguna», sentenció.
Volviendo al plano anímico, calificó el encuentro de un «impulso a nivel emotivo», debido a que «es un partido cercano a lo que pueden vivir aquellos que se acerquen a la élite», por el escenario y el rival, semejantes a lo que «supuestamente se van a poder encontrar si siguen haciendo las cosas bien».
Porque para él lo están haciendo, y admite estar «contento y satisfecho» con lo que están haciendo hasta ahora. «En puntos estamos bien, estamos creciendo, y ese proceso de construcción es mejor hacerlo ganando», a lo que añade que, si se analizan los cinco partidos disputados hasta ahora, han tenido «opciones en todos», y en los que no se ha sumado ningún punto ha sido producto de errores o concesiones al rival.
Ese buen hacer viene refrendado por las oportunidades que Rubi está dando a varios jugadores, ya sea en partidos o entrenamientos. Esta semana, por ejemplo, además de los habituales Julio, Carmona, Anuar y Jorge Hernández, ha estado en varias sesiones del primer plantel Guille Andrés. Lejos de quejarse, De la Barrera es consciente de cuál es el rol de su plantel, e incluso ve beneficios en esta cuestión.
«En función de lo que el míster necesite, nosotros nos adaptaremos de cara a la sesión de mañana y a la convocatoria. Entiendo que es bueno porque activa al resto de jugadores y tus posibilidades de ganar no pasan solo por si bajan los de arriba; así tiene que estar todo el mundo preparado para competir y hacerlo bien», afirmó.
Aunque el no disponer diariamente de todos también tiene su problemática, claro. «Tenemos el hándicap de no poder hacerlo y de tener la dificultad de estabilizar comportamientos», matizó. Y requiere de una gran madurez por parte de sus pupilos. «Han de estar preparados para vivir estas situaciones, de estar en condiciones de ayudar al primer equipo y de marcar la diferencia en el filial», manifestó.
Estas situaciones indican que Rubén de la Barrera maneja una plantilla de calidad, con jugadores capacitados para dar el salto de categoría. Como, en su opinión, lo están muchos del Real Oviedo. «Entiendo que por plantilla podría estar en Segunda. Se ha reforzado bien con respecto a años anteriores con la incorporación de Esteban, de Jonathan Vila, de Generelo, de Linares… Estamos hablando de jugadores de otra categoría, no de Tercera División ni de Segunda B», analizó.
Aunque los nombres son solo es. «Aquí, al final, la diferencia, más que individual, va a ser colectiva. Tienen jugadores que completan la plantilla de la categoría de Susaeta, Cervero o Dani Bautista, jugadores importantes, pero, aunque podemos perder el partido por una acción individual, si lo jugamos y lo interpretamos desde el colectivo vamos a tener opciones», expresó con convicción.
Viendo esos nombres, alguno podría asustarse; no así el técnico gallego. «Si hablamos de sus jugadores, entiendo que es el mejor de la categoría, pero si nosotros jugamos, no lo miramos, hacemos cosas que venimos haciendo hasta el día de hoy y nos ajustamos a lo que este partido requiere, vamos a tener opciones. Repito, todo lo que no sea eso, durante 95 minutos es sinónimo de derrota seguro. Estoy convencido de que el equipo va a hacerlo bien», finalizó.