Rubi destaca en la rueda de prensa posterior a la victoria ante el Tenerife el buen arranque del Real Valladolid, aunque reconoce que deben «seguir trabajando para mejorar»

Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’, entrenador del Real Valladolid, compareció en sala de prensa después del triunfo de su equipo ante el Tenerife, por dos goles a uno. A pesar de la cierta amargura mostrada por prensa, aficionados e incluso jugadores por no haber sido capaz de cerrar el encuentro y no sufrir, no quiso rasgarse las vestiduras en exceso con esta cuestión, y sí poner en valor las cuatro victorias en los cinco partidos ligueros.
«Hemos hecho, quizá, la mejor parte inicial de la temporada. La mejor para el partido y matar dos o tres goles. Una vez más, es una pena, pero el fútbol te demuestra que dentro de un partido hay varios partidos. El Tenerife se ha repuesto y nos ha creado una cierta inseguridad. Tenemos que seguir trabajando para mejorar», comenzó a analizar.
La intervención del técnico, rica en contenido táctico, no dejó a un lado los matices ‘sensoriales’, aquello que la grada percibe de un vistazo. «Tenemos que aprender a valorar que cada ocasión es oro. Lo hemos comentado en el descanso, hay que ser eficaces, por si el partido da la vuelta, como ha pasado».
Esa vuelta a la tortilla, en su opinión, no fue completa. «No ha habido excesivo peligro, pero sí nos han creado esa inseguridad, y es una pena», reiteró. Pero, ¿por qué? Bueno, porque el rival también juega. «El Tenerife me ha gustado. Ha sido capaz de salir vivo de ese mal rato y meterse en el partido, eso tiene mucho mérito. Nos ha demostrado que no hay equipo pequeño, y que en cuanto las cosas le salgan un poco mejor, irá para arriba; ha demostrado que tiene buenos jugadores».
Decíamos; Rubi no quiso «recrearse mucho en que el equipo puede hacerlo mejor». «Llevamos cuatro victorias de cinco. Porque una de las cuatro deje un regusto amargo… Creo que soy bastante sincero cuando veo algo malo. Hemos pasado de tener una salida de balón muy clara a no ser capaces de ver qué jugador podía recibir entre líneas. En la segunda parte, ellos dejaban dos arriba y sacaban un mediocentro a presionar y nosotros teníamos gente libre por dentro, y no hemos conseguido contactar con ellos».
«Y luego, el contraataque», dijo. ¿Qué pasó? «Pasamos de ver muy clara la salida de balón a costarnos mucho más. Reajustaron un poco, porque entrábamos bastante bien por las bandas, y nos cerraron un poco más. Cuando te cierran por fuera, tienes que ser capaz por dentro, y no hemos estado finos. A partir de aquí, si no puedes tener mucho el balón, por lo menos los contraataques tienen que ser más claros, pero siempre pasa algo por lo que no acabamos de hacerlo, que se nos queda el balón a medias o nos precipitamos».
En el descanso, el técnico catalán dio indicaciones a fin de intentar acabar con esa congestión, pero no resultaron. Vio que los mediocentros chicharreros «bajaban mucho a buscar el balón» y que su equipo no estaba «organizado» para presionar ese matiz táctico, de manera que apostó por centrar más a Alfaro y dejar libre al lateral izquierdo. Sin embargo, como hemos dicho, no resultó. «Somos un equipo al que le cuesta presionar arriba cuando nos baja el físico. Pero, por otra parte, ha habido buenas ayudas tanto por parte de Óscar como de los extremos», quiso destacar como contrapunto.
Al margen de apreciaciones técnicas, Rubi está contento por el momento por el que atraviesa el Real Valladolid. Después de su último triunfo, tercero consecutivo en liga, cuarto seguido de carácter oficial y también cuarto en la competición regular, el Pucela se ha colocado segundo, en puesto de ascenso directo. No obstante, «es muy pronto». «No podemos relajarnos o empezar a decir que ya estamos ahí; nos van a apretar mucho. Nos tiene que dar confianza, pero para mirar al primero, no a cuánto tenemos al tercero».
Otro aspecto positivo del juego fueron los dos goles anotados de falta directa, un «valor añadido que tiene el equipo», con Rueda y Timor, pero también con Óscar Díaz, Mojica, Omar… o Jeffren. El extremo venezolano se retiró muy pronto del campo y está pendiente de pruebas, aunque salió de Zorrilla diciendo que cree sufrir una contractura. «Ha salido sin acabar de transmitirme con claridad si ha notado un pinchazo o no. Ha notado algo en la zona de aductor; habrá que esperar a las pruebas. Es una pena, porque estábamos muy contentos. A veces estas cosas se quedan solo en un susto», concluyó el entrenador blanquivioleta.