El exportero del Real Valladolid continúa su carrera en el CD Tenerife, tras haber pasado por siete equipos

Si hay un jugador que siempre quedará en la retina de la afición blanquivioleta de esta época ese es Jacobo Sanz. El portero, natural de Valladolid, se ha formado en las categorías inferiores del Pucela. También ha pasado por otros equipos. Seis concretamente. Palencia, Jaén, Numancia, Getafe, Asteras Tripolis y PAOK de Salónica. Actualmente defiende los colores del Tenerife.
Durante su carrera siempre ha destacado por su fuerte carácter, que le ha hecho tener más de un problema. Empezando por Valladolid, de donde tuvo que salir para tener minutos. Estuvo en dos conjuntos que militaban en Segunda B. Primero, en el Palencia y, después, en el Jaén; una temporada en cada uno. En ninguno jugó todo lo que le hubiera gustado.
Regresó para asentarse en el filial blanquivioleta y ayudar, de vez en cuando, al primer equipo. No terminó de explotar en el Real Valladolid y decidió volver a salir. Disputó una campaña en el Numancia, donde consiguió ascender a Primera. Volvió a despertar el interés del club pucelano, que le recompró para cederle un curso al Getafe, asentado en la máxima categoría del fútbol español.
Después, retomó el blanquivioleta en una dura temporada para él –tras pasar por una operación de estómago–. Se recuperó lo más rápido posible para ayudar al equipo, pero terminó descendiendo en la última jornada frente al FC Barcelona. En Segunda, empezó a desesperarse con la afición y sacó a relucir el lado más feo de su carácter. En la red social Twitter se enzarzaba casi constantemente en discusiones con aficionados que le recriminaban sus actuaciones.
Aquello no fue nada en comparación con lo siguiente. Su primer acto conflictivo tuvo lugar en Los Pajaritos. La afición vallisoletana no confiaba en él y Jacobo se cansó para terminar explotando. Sabía que sus días como blanquivioleta estaban contados. Se sintió más apreciado por la afición local. Al término de aquel partido –en el que ni siquiera jugó– se le ocurrió hacer un corte de manga a los seguidores del Real Valladolid que se desplazaron hasta allí. Así, de gratis.
Tras la temporada 2010/11, tomó la decisión de salir de España. Grecia fue su destino. El Asteras Tripolis, más concretamente. Allí solo estuvo una temporada, como en el resto de equipos, excepto el Real Valladolid. Al curso siguiente firmó por el PAOK de Salónica. En su nuevo club tardó poco en volver a sacar su carácter. Durante un partido frente al Panathinaikos debió acordarse de Soria y realizó otro corte de manga, que le supuso la expulsión. Tras ver la tarjeta roja, se le fue la cabeza y se puso como un loco con el asistente. Tuvo que ser frenado por sus compañeros.
Facebook como enemigo
En su etapa en Grecia volvió a tener un problema con las redes sociales. Esta vez Facebook fue el protagonista. Después del polémico partido entre Valencia y Real Valladolid, donde el árbitro regaló un saque de banda que terminó en gol de los locales, Jacobo puso el siguiente comentario: «A joderse, amigos; a joderse. Ahora saldrá super ‘Carlitos’ Suárez indignado».
El usuario que había compartido el enlace, le respondió con un «jajajaj, ya te vale!». El guardameta se quedó con ganas de más y volvió a contestar. «Que les jodan, jajajajja. Que desciendan a 4ª», escribió.
Esos comentarios volvieron a levantar reproches al cancerbero. Desde su salida de la entidad blanquivioleta, no ha sido buen visto. Ahora ha regresado al fútbol español, donde juega –en calidad de cedido– en el Tenerife. El equipo isleño visita Zorrilla este domingo. En la previa, no se ha callado y ha reprochado a su afición la presión a la que les someten.
El comienzo liguero no ha sido bueno para los blanquiazules, ni para Jacobo. El portero tuvo un grave error contra el Albacete al no despejar con los pies un balón que no parecía complicado. Tras varias temporadas regresa a Zorrilla, donde el morbo de su vuelta está asegurado.