Alejandro Alfaro atendió a los medios de comunicación para analizar el encuentro frente a su exequipo, el Club Deportivo Tenerife. Omar Ramos, otro exchicharrero, continúa al margen del grupo

Confiado pero con los pies en la tierra. Así se ha mostrado Alejandro Alfaro ante los medios al finalizar la sesión matinal que la primera plantilla, junto a los canteranos Julio, Jorge, Anuar y Carmona ha protagonizado sobre el césped de Los Anexos al Nuevo José Zorrilla, en la que tan solo se ha ausentado el lesionado Omar, que sigue recuperándose del esguince sufrido ante el Alcorcón.
Pese al buen arranque liguero, el jugador blanquivioleta se ha mostrado con cautela ante el «cartel de favoritos» que se les atribuye. «En Segunda no hay favoritos. Hay que tener humildad y trabajar día a día», apuntaba Alfaro que ponía como ejemplo la victoria del Albacete contra el Betis en el Benito Villamarín.
Los sendos triunfos que ha cosechado el Real Valladolid, sobre todo este ultimo frente al Alcorcón que acaba con la mala racha de once meses sin conseguir la victoria lejos del feudo blanquivioleta, dotan a la plantilla de una gran ambición y confianza en lo que se está haciendo pero en las palabras de los jugadores se muestra cierta mesura. «Estamos contentos y con ganas de volver a ganar. No hay euforia, por supuesto, esto es muy largo y si sacas pecho te lo meten para adentro«, señalaba el extinerfeñista.
Alfaro insiste en la idea de que el camino recorrido hasta ahora es el adecuado para, partido a partido, conseguir el objetivo del equipo. «Si conseguimos estar a nuestro nivel, si estamos fuerte defensivamente y continuamos con gol seguro que se quedan los puntos en casa». A favor, la gran plantilla de la que dispone Rubi, aun sin definir un once inicial. El onubense lo tiene claro.
«Hay una plantilla competitiva y eso es bueno para el míster, todos estamos entrenando muy bien, ojalá nos sigan respetando las lesiones», alegaba el polivalente jugador que aseguró encontrarse al cien por cien y para el que el choque de este domingo es un partido «muy especial contra un equipo donde he pasado dos años maravillosos».