En un duelo muy igualado, ante el Mirandés B, los de Diego Macón no lograron mantener el gol de renta y vieron cómo los burgaleses se llevaban los tres primeros puntos de la temporada en los últimos minutos del encuentro
Los aficionados del Simancas acompañaron expectantes a su equipo en su debut en la Tercera División con una excelente entrada, alrededor de 350 personas. Con las gradas de Los Pinos repletas, a las seis comenzaba el turno de los jugadores.
Empezaron nerviosos, y en los primeros instantes del partido sobresalían las imprecisiones. La presión del Mirandés surtía efecto y recuperaban de forma muy rápido y fácil, lo que les servía para crear rápidas y efectivas contras sin más peligro que varios saques de esquina.
La primera gran ocasión de los locales se hizo esperar. Llegó en el minuto veintitrés, de las botas de Maikel con un colocado disparo cerca del palo derecho. El equipo visitante entorpecía el juego simanquino con diversos encontronazos muy peligrosos y evitaba que los locales hilvanaran de manera eficiente, mientras el árbitro no parecía dispuesto a cortar el juego duro.
El filial del Mirandés aprovechaba el atasco en el centro del campo para abrir por bandas y lanzar balones por alto. Asier inquietaba el área con desmarques y regates, abría y distribuía a las bandas desde la posición más adelantada de su equipo, los extremos intentaban avanzar y facilitar buenos centros, que no llegaron gracias a un concentrado y seguro Mongil que detuvo las intentonas del extremo derecho del Mirandés. La defensa del Simancas contenía el juego directo del Mirandés, pero, en una de estas acciones, llego un córner en contra que a punto estuvo de rematar en el segundo palo Daniel Odubayo.
Uno de los jugadores de mayor calidad individual aún no había hecho acto de presencia, hasta el minuto veinticinco, en el que Alvarito demostraba su gran desborde con dos caños y una ruleta que rápidamente detuvo el Mirandés. La falta facilitó una gran jugada posterior en la que Maikel asistía con el exterior a Rodri, que centraba hacia atrás sin remate posible. El Simancas empezaba a controlar más el balón, pero seguía sin avanzar ni crear peligro en tres cuartos de campo.
Fabio entendió que su equipo necesitaba algo diferente y se situó entre los centrales para subir el balón y asumir el mando. Con esto, llegaron las primeras buenas oportunidades. En el minuto treinta, una buena presión permitió que Kiko robara un balón y se la pasase a Rodri, que se dio la vuelta y cedió el esférico a Maikel, que llegaba desde atrás y disparaba un potente disparo que no entró por poco.
Pocos minutos después, Alvarito sin oposición, estuvo a punto de anotar con una volea que Levya despejaba a saque de esquina. El córner lanzado desde la derecha casi acaba en la portería de manera directa. En el minuto 38, los visitantes respondían con la ocasión más clara, después de una veloz contra, en la que Asier se llevó el balón entre los centrales y disparó cerca del palo.
Tras el descanso, el Simancas volvió a salir blando. No tardaría el filial en aprovecharlo, y pasados siete minutos de la segunda parte, un jugador visitante peinaba un saque de banda que llegaría al punto de penalti y Asier, con una certera y potente volea anotaba el primer gol del partido y el primero del Mirandés B en Tercera División.

El gol despertó a los locales y a su mejor jugador, Alvarito. El equipo local cambió su formación inicial y, con un 4-2-3-1, obtuvo mucho más claridad en su juego. Alvarito retrasó su posición para llevar la batuta del equipo, llegaron buenas triangulaciones y paredes entre él, Fabio y Zapa, buscando romper líneas de presión del contrario y asociarse en la zona central para que los laterales, con espacio por los costados, pudieran profundizaran y desbordasen.
A su vez, empezó la brillantez del capitán del Simancas, Zapa, que estuvo durante gran parte de la segunda parte sin fallar un pase y desbordando con criterio como un experimentado extremo. En el minuto 56, en una de sus subidas por la banda, dio un centro atrás que Rodri mandó al palo. No había acabado la jugada cuando en otra ocasión dentro del área, Kiko, luego de varios recortes, intentaba disparar, pero era derribado por detrás. El Villa de Simancas y sus aficionados reclamaban un penalti que el árbitro no señalaría.
Sería en una jugada a balón parado, en un saque de esquina lanzado por Alvarito, como llegaría el empate. Mongil redondeaba su excelente actuación con un impecable cabezazo que entraba rozando la cruceta. El uno a uno llegaba en el minuto 67. Después llegaría una contra dirigida por Fabio que solucionó el portero visitante y un disparo errado por Alvarito.
El asedio del Simancas no consiguió recompensa. Cuando el empate parecía el resultado más justo y el Mirandés parecía desaparecido, su mejor jugador, Asier y el recién entrado Carlos Alonso, volvieron a elaborar jugadas de peligro. Guzón detuvo el primer intento peligroso visitante con los pies. Pero rozando el descuento, Carlos Alonso, colocaba por delante al Mirandés B con un golazo de volea ajustado al palo izquierdo. Pocos minutos después, Carlos Alonso cerraba el encuentro con su segundo tanto, tras un error de Alvarito al ceder a la defensa el balón.
Villa de Simancas: Guzón; Zapa, David, Jorge, Mongil; Mateo, Fabio; Maikel (Cristian, min. 57), Alvarito, Kiko (Toño, min. 85); y Rodri.
Mirandés B: Leyva; Mikel, Álvaro, Daniel (Samuel, min. 77), Dani Carrillo; Andrés, Álex; Alberto (Carlos Alonso, min. 75), Jorge, Rodrigo (Ortzi, min. 81); y Asier.
Goles: 1-0, min. 49: Asier. 1-1, min. 67: Mongil. 1-2, min. 89: Carlos Alonso. 1-3, min. 90: Carlos Alonso.
Incidencias: El local Maikel y el visitante Álvaro fueron amonestados. Acudieron a Los Pinos unos 350 espectadores.