Los azares de la vida, la falta de un fichaje que defienda la meta del Real Valladolid y, cómo no, el trabajo constante han llevado a Dani Hernández y Julio a ser los porteros para este inicio liguero
Aunque Jesús de Nazaret y Cayo Julio César jamás fueron coetáneos –de hecho, el primero nació 44 años después del asesinato del segundo–, en Valladolid, esta temporada y por el momento, vamos a poder decir que ellos dos comparten casa, y, además, ocupación.
Sin embargo, para que esto se haya producido se he tenido que dar el caso más insólito en la confección de la plantilla del Real Valladolid para la temporada 2014/15; y es que el venezolano Dani Hernández –convocado por su país para disputar dos partidos en una gira por Asia el cinco y el siete de septiembre– y el canterano Julio Iricibar son a día de hoy, los porteros de Rubi para la vuelta a Primera División.
La salida de Jaime con destino Eibar, tras no haber sido renovado, ya dejó a Dani Hernández y Julio como porteros para el stage de Mondariz. Bien es cierto que en ese periodo se esperaba cerrar un portero o dos que defendieran la meta blanquivioleta del primer equipo, pero, sin embargo esto, tiempo después y a pocos días de comenzar la competición liguera, no ha sucedido.
La opción de Javi Varas, quien pareció estar cerrado, se ha disuelto entre sus exigencias salariales y su poca apetencia por la división de plata. Otras opciones como Roberto Santamaría, quien ha recalado en Osasuna, se han ido evaporando. Nombres como el de Casto siguen sonando, pero, a día de hoy, son solo rumores.
Al César lo que es del César,
y a Dios lo que es de Dios
A Julio (César), lo que es suyo. Héroe del ascenso del Promesas, el vallisoletano ha demostrado durante esta pretemporada que es un portero solvente, con unas cualidades suficientes para la categoría y, sobre todo, que goza de moral y confianza. Como para todo canterano, su actual situación es un sueño, aunque, puestos a soñar, ya muchos piensan en: «¿Y si es un nuevo Sergio Asenjo?».
A Dios, lo que es suyo, o sea, su hijo, Jesucristo (Hernández). Dani, quien ya tuvo que soportar la cruz de ser el señalado en varias ocasiones hace dos temporadas, ha vuelto de tierras helenas dispuesto a hacerse con la portería local en Zorrilla. Aun con la salida de Jaime, se seguía contando también con la suya, pero el meta venezolano, con esfuerzo y dedicación ha logrado ‘cuajar’ en los esquemas de Rubi. Sus virtudes y defectos los conocemos, pero también sabemos lo que es capaz de hacer si la confianza le acompaña.
De todas formas, la portería del Real Valladolid, al contrario que otras muchas posiciones, no está cerrada. La llegada de un guardameta de ciertas garantías parece ser primordial para Braulio, pero el mercado, más con las restricciones del Real Valladolid, no es vergel de oportunidades. Tal vez por eso, por darles la oportunidad, porque su trabajo lo ha merecido y porque son los que están, Julio (César) y Jesucristo (Hernández) esta vez sí compartan minutos tras más de dos mil años separados.