El carrilero caleño espera dejar huella en Valladolid y defiende su polivalencia en el verde como una cualidad para sumar minutos con Rubi
Multifuncionalidad como fórmula para aliviar la una plantilla corta. Así ha planteado la dirección deportiva capitaneada por Braulio Vázquez el periodo de fichajes veraniego. Jugadores que sean capaces de desempeñar sus funciones en diversas posiciones del campo. Johan Mojica (Cali, Colombia, 1992), octava incorporación del Real Valladolid, llega cedido por una temporada del Rayo Vallecano, que a su vez lo ha fichado para las próximas cuatro campañas proveniente del Deportivo Cali.
Un trajeado Mojica ha exhibido en su presentación en el estadio pucelano el deseo por ser recordado, «dejar huella», como hicieron varios futbolistas colombianos como Leonel Álvarez, a quien Johan conoce porque fue su entrenador en Cali, en la última etapa del joven lateral en su país natal antes de cruzar el océano. Leonel advirtió en Mojica los atributos suficientes para poder influir entre líneas y agitó una polivalencia que, hasta su fichaje por los verdiblancos, no había aflorado.
«Álvarez vio en mí condiciones para aportar desde esa posición. Lo hice muy bien y por eso el Rayo Vallecano se interesó», ha relatado el nuevo lateral zurdo blanquivioleta, capacitado para poder actuar de interior en un doble lateral –Braulio ha resaltado que, pese a su etapa como enganche, el fútbol dirige al deportista a su rol natural–.
Antes de recalar en Valladolid, como ha explicado, recibió consejos de varios compañeros rayistas acerca de la ciudad y la entidad de la Avenida Mundial ’82. «Me comentaron que aquí se puede ir a triunfar y puede haber un buen trato. Espero que todo lo aprendido pueda implementarlo para ascender», confía. Un reto que para Mojica resulta «demasiado interesante», sobre el que espera actuar con seriedad y trabajo de forma que el potencial percibido por la secretaría técnica del Rayo se proyecte en la cancha.