David Timor, el nuevo fichaje del Real Valladolid, es un mediocentro muy completo, con una gran zurda y con un gran poder resolutivo
Hemos fichado a un mediocentro que ha metido siete goles en el Girona el año pasado. No tiene mala pinta la incorporación si hablamos de esas cifras jugando en la posición que juega. Pero, ¿cuál es esta? El mediocentro, sin paliativos. El que un jugador del medio del campo tenga el potencial suficiente como para acabar siendo un llegador, no le convierte en un interior más, o lo que se denomina mediapunta. Simplemente, Timor tiene la capacidad de llegar a la zona de finalización, y hacerlo con su excelsa zurda, pero no es un jugador capaz de decidir a la velocidad suficiente en la zona de definición (de la jugada). Para eso, en este equipo, estará Óscar.
El Timor que de forma más cercana podemos conocer, sin haber seguido en demasía su carrera, es el que llega y remata, el que aprovecha los libres directos que dispone y el que puede mover la bola en cambios de juego diagonales aprovechando su ya citada excelsa pierna zurda. No podemos esperar en Timor una combinación absoluta con los demás interactuantes del equipo en distancias cortas. No es un Víctor Pérez, salvo que Rubi lo convierta en algo parecido al ya jugador del Levante y aplaque sus ansias de sangre de cara a la portería contraria. Esperemos que así no sea.
El centrocampista valenciano traerá algo de lo que ha adolecido el Real Valladolid desde que Patrick Ebert, a base de pedaladas, se escapó del pelotón blanquivioleta. El equipo de Rubi tiene ya un auténtico pateador, alguien que puede, con ciertas garantías, colgar el balón desde una posición lateral y, también, desde el córner.
Pero hemos traído algo más, quizás la parte menos reconocible y menos flamante de Timor, la de su compañero Pumba. Sí, Pumba es el mediocentro que es capaz de cargarse con diecinueve tarjetas amarillas en una sola temporada. Claro, que Pumba también es quien tiene el brío suficiente para llegar al borde del área y, ¡pumba!, romperla. Parece ser que el pack de David Timor contiene unas revoluciones algo desmesuradas. Un gasolina al que si se le pisa mucho, puede acabar estrellado. Quizás, en esto de tirar de freno de mano, sea Rubi quien más tenga que hacer, para, finalmente, convertir a Timor en un centrocampista completo, al que no le falte de nada, pero que tampoco se sobre.
El ‘hakuna matata’ de Timor y Pumba
David Timor llega a Zorrilla para vivir y ser feliz. Su salida de Osasuna ha resultado extraña debido a que su rendimiento con el Girona sí podía hacer pensar que como rojillo pudiera tener hueco. No lo hubo para él, pero así mejor.
El nuevo mediocentro blanquivioleta llega a Zorrilla para asentarse definitivamente, de hecho son tres los años por los que se compromete con la entidad vallisoletana, con lo que se convierte en el jugador con el contrato más largo en vigor.
Curiosamente, en la jornada del mayor ‘hakuna matata’ de los últimos tiempos (6-1 frente al Rayo), Timor anotaba el 3-0 de penalti con Osasuna frente al Levante. Una jornada redonda aquella número seis de la 2012/13 para las dos partes que se unen, y que nos trae otro aspecto positivo: su capacidad goleadora desde los once metros.
Se dice que puede ser competencia de André Leão. El perfil del mediocentro puede parecer el mismo, pero no sería de extrañar que cuando el físico de Álvaro Rubio lo permitiera, el Rey León portugués y Timor y Pumba comandaran la sabana blanquivioleta en busca de su amigo Óscar Rafiki.