El portero gallego pretende acogerse a una cláusula que le permite salir del Real Valladolid a modo de cesión en caso de la pérdida de categoría

Foto: Raquel Gómez
Cuando el río suena, es que agua lleva. Braulio anunció en la rueda de prensa tras la presentación de Chica el interés del Real Valladolid en incorporar a un nuevo meta. Hoy, Carlos Suárez anunciaba posteriormente en rueda de prensa que Diego Mariño quiere salir cedido de la capital castellana. El portero se ampara en una cláusula de su contrato que le permite salir del club a modo de cesión como consecuencia del descenso de categoría.
La noticia sorprendía a propios y a extraños: en la entidad blanquivioleta, porque se considera que el guardameta tenía que haber comunicado la decisión antes del treinta de junio; y entre los aficionados, ya que Diego Mariño se ha ejercitado con normalidad hasta el día de ayer, y partía como teórico portero titular después del adiós de Jaime Jiménez hace una semana.
¿Por qué se produce ahora la noticia? El destino del gallego parece estar vinculado al Levante, dirigido por José Luis Mendilibar, quién ya posee un jugador blanquivioleta entre sus filas, Víctor Pérez. De esta manera, serián dos jugadores propiedad del Valladolid quienes seguirían disfrutando de la máxima categoría en el conjunto levantinista.
La inminente marcha de Keylor Navas ha sido el detonante para que los acontecimientos se precipitaran. El Levante busca portero para suplir la baja del tico y Mariño podría llegar cedido, sin ningún coste para los valencianos. Otro viejo conocido por la parroquia vallisoletana, Javi Jiménez, podría ser el competidor por el puesto de Diego Mariño. El regreso de Mariño al Real Valladolid se produciría automáticamente en caso de ascenso a la máxima categoría del fútbol nacional; de no conseguirse el ascenso, Mariño podría volver a ejecutar la clausula y salir cedido.
Carlos Suárez ha informado en rueda de prensa que negarán esa cesión, ya que se considera extemporánea y se ha planificado la temporada contando con el portero. El presidente entiende que el plazo para la misma expiraba al finalizar la temporada pasada y no se solicitó como sí lo hicieron otros jugadores que tenían la misma posibilidad: casos de Rukavina y Larsson.
A día de hoy, con la hipotética marcha del gallego, el Real Valladolid contaría con un solo portero de la primera plantilla, el venezolano Dani Hernández, y con Julio, del filial. Estos dos son los únicos guardametas con contrato profesional vinculados a día de hoy con el Real Valladolid, ya que el siguiente sería el palentino Dani Hernández –aún en edad juvenil–, que formará parte de la plantilla del Promesas. El club deberá mover pieza rápido para cubrir ambas porterías ya que el domingo se desplaza a Mondariz para comenzar el stage de pretemporada.