La entidad blanquivioleta ha tomado la decisión de no renovar el contrato de Javi Baraja, que expiraba el próximo treinta de junio

El lunes, Javi Guerra. El jueves, Larsson. Y el viernes, Javi Baraja. El vallisoletano es el tercer jugador que abandona la entidad blanquivioleta, pues el Real Valladolid no ha tenido a bien ofrecerle la renovación a uno de los emblemas de este equipo durante estos últimos años.
El ya exjugador blanquivioleta se formó en las categorías inferiores del Pucela para, posteriormente, poner rumbo a Getafe y Málaga, donde jugó en el filial, y retornar en la temporada 2005/06, desde la que no ha defendido otra camiseta que no fuera la albivioleta.
Demostró, en su trayectoria, una gran polivalencia, puesto que empezó jugando como lateral derecho para finalmente acabar ocupando la posición de mediocentro, sin olvidar que de vez en cuando también ejerció de central.
En 2010 tomó el relevo de Alberto Marcos como capitán, un papel que le ha quedado siempre como anillo al dedo, tanto dentro como fuera del vestuario, ya que veló como pocos por los intereses del club, ya fuera en las buenas o en las malas.
Javi Baraja ha sido testigo de la euforia de dos ascensos (2006/07 y 2011/12) y las tristezas de dos descensos (2009/10 y 2013/14), pero siempre ha sido fiel al Real Valladolid. Ahora, nueve temporadas después de llegar al primer equipo –en las que hizo seis goles y jugó 14.480 minutos, repartidos en 229 partidos, de los cuales 150 fueron como titular–, abandona la que ha sido, es y será siempre su casa para emprender, previsiblemente, una nueva aventura futbolística.
El próximo lunes, a las doce del mediodía, el gran capitán ofrecerá una rueda de prensa en el Nuevo José Zorrilla para, a través de los medios de comunicación, despedirse de la afición blanquivioleta, su afición, y de la que fue su casa durante tantos años.