El Real Valladolid se ejercitó con fuerza en Los Anexos para preparar el partido contra el Granada. Tras la sesión, Javi Guerra pasó por zona mixta

La visita del Granada cada vez está más cerca. No queda nada para el día clave en el Real Valladolid. Los de Juan Ignacio Martínez se ejercitaron en la mañana de este miércoles con intensidad. Solo falta una jornada y deben darlo todo si quieren continuar en Primera División.
El técnico no pudo contar con todos su jugadores. Los lesionados Manucho, Larsson y Bergdich, junto a Heinz -concentrado con su selección-, fueron las ausencias del entrenamiento.
El conjunto vallisoletano afronta la última semana de campeonato con energía. Los jugadores se aferran a la fuerza mostrada en Zorrilla durante toda la temporada para conseguir la permanencia.
Martínez espera contar con todos sus hombres para la final del próximo domingo frente al Granada. Pero, de momento, no tiene a su disposición a la plantilla al completo.
Manucho todavía es duda, aunque mejora con el paso de los días. La presencia del angoleño es la que más preocupa dentro del club. El propio entrenador reconoció hace unas semanas que les había dado mucho durante toda la temporada. Larsson y Bergdich también vienen siendo importantes para el alicantino. Ambos se encuentran con molestias tras el partido frente al Betis. Por su parte, Heinz se encuentra concentrado con su selección. La República Dominicana disputará un amistoso este jueves ante Indonesia.
De entre los que sí estaban, Javi Guerra ha comparecido ante los medios de comunicación para analizar la situación del equipo. «La gente se va olvidando del otro día y ya piensa en el último partido», comentaba. Pero el choque en la capital hispalense todavía pesa en la cabeza de los jugadores. «Jugamos como no lo teníamos que hacer», recalcaba. El malacitano reconoció que no supieron «controlar el partido» y que el encuentro fue «muy raro». Pero zanjaba el tema diciendo que «es tontería darle vueltas».
El ariete se encuentra «con ganas de que llegue el partido» del domingo. «El equipo va perdiendo convicción, pero sabemos que tenemos posibilidades«, apuntaba. Para conseguir la salvación se aferrarán «a la pequeña esperanza» que tienen. Nada es imposible y la plantilla se agarra al último clavo. «Hay que intentar ganar y si hay suerte lo celebraremos, pero si no es así pues nada», señalaba.
Tiene claro que primero deben sacar los tres puntos. Para ello han de hacer «un grandísimo partido». No lo tendrán fácil. «El Granada se juega la vida y no va a venir a especular», reconocía. El Real Valladolid no solo juega en Zorrilla. Los blanquivioletas dependen de lo que suceda en otros campos. Guerra no se moja en ese sentido, porque «nunca se sabe dónde puede producirse la sorpresa».
Será el último partido del malacitano como jugador albivioleta, puesto que termina contrato y no continuará en Zorrilla. La profesionalidad prima para él en esta situación y espera «ayudar al equipo a que se quede en Primera». En el Benito Villamarín cortó la racha negativa de goles y marcó dos tantos. El domingo podría volver a ver portería y marcar el tanto de la permanencia.
El Real Valladolid regresará a los entrenamientos este jueves a partir de las diez y media de la mañana. Lo hará, a puerta cerrada, en el Estadio José Zorrilla. Tras esta sesión, quedarán dos más antes de recibir al Granada en la final de las finales.