Nueva derrota del Juvenil A. Con esta ya son cuatro las derrotas consecutivas encadenadas por los chicos de Chuchi Macón. En esta ocasión el verdugo fue el conjunto cacereño del CD Diocesano
Se juntó todo. El nuevo horario de las cuatro de la tarde y el sol invitado en la tarde de hoy a Los Anexos permitían unas condiciones propicias para la práctica del fútbol, o para tomar el vermú en una terraza o incluso para una siestecita.
El Juvenil A lleva inmerso cuatro semanas en una siesta profunda de la que parece no despertar. El estadio blanquivioleta era un seguro de vida para los chicos de Macón, muy pocos habían conseguido llevarse algún punto de Valladolid y tan solo equipos de la talla de Atlético de Madrid, Rayo Vallecano o Real Madrid tenían ese privilegio.
Sin embargo, en los últimos meses de competición el equipo blanquivioleta se ha mostrado frágil en su feudo y tanto fuera como en casa se ha dejado llevar cuando se ha visto sin opciones de poder clasificarse para la Copa del Rey. En esta ocasión el beneficiado fue el CD Diocesano que sin mostrarse superior técnicamente aprovechó la intensidad y la inefectividad del Real Valladolid.
Entre bostezo y bostezo blanquivioleta se adelantó el Diocesano por medio de Moisés. El gol enrabietó al Juvenil A que parecía despertar por momentos. José no supo aprovechar un rechace que quedó muerto en el área rival y Mario, tras rematar de cabeza en una falta, tuvieron las ocasiones más claras para el conjunto local.
No obstante, la ocasión más clara de la primera parte –sin contar el propio gol- estuvo en las botas del delantero cacereño José Pedro que aprovechó un balón a la espalda de la zaga blanquivioleta y tras una mala salida de Dani levantó el balón por encima del portero. Afortunadamente para los intereses locales el balón salió fuera por muy poco.
Tras el descanso y el paso obligado por el vestuario, el Juvenil A cambió la dinámica. No sabemos si las palabras de Chuchi en vestuarios fueron el incentivo que necesitaba el equipo, pero si que se apreció el dominio blanquivioleta, al menos en ocasiones. José volvió a tener su oportunidad de cara al gol y el rechace estuvo a punto de aprovecharlo Toni, pero parecía que el balón no quería entrar.
Ni aun disfrutando de una pena máxima y del consiguiente rechace fue capaz de empatar el partido el Real Valladolid. Toni fue objeto de un penalti infantil que él mismo trató de convertir en gol, pero no lo consiguió. La segunda jugada estuvo a punto de aprovecharla Isma Miguel, pero ambos disparos se encontraron con el portero visitante Sergio, que parecía imbatible.
Tuvo que ser el propio Isma Miguel el que consiguiera anotar el empate tras un golazo. Aprovechó el lateral un buen balón desde la zona izquierda del área para introducirlo por el palo largo. Muy buen gol del lateral que sin embargo no se pudo celebrar durante mucho tiempo porque en un visto y no visto, en la siguiente jugada de peligro para el Diocesano, el exjugador del Burgos CF, Germán –libre de marca- conseguía rematar al fondo de la red de Dani Hernández una falta lateral.
Con la ventaja favorable a los cacereños, Chuchi Macón intentó variar tácticamente a los suyos con cambios ofensivos, pero no hubo ocasiones manifiestas de gol en los últimos minutos, ni se vio al equipo con capacidad de encerrar al rival en su área.
Tras el partido de hoy, hay que remontarse un mes y medio atrás para poder recordar una victoria del Juvenil A (frente al Leganés, 1-2). El equipo parece que tras perder la motivación de la posible clasificación para la Copa del Rey se está dejando llevar en las últimas jornadas y puede empañar lo que estaba resultando un año muy bueno para el equipo juvenil.
Real Valladolid: Dani; Deve, Mario (Hassan), Abel (Adeva), Isma; Pelayo, Víctor, José, Toni; Álex (Fran Adeva) y Sergio (Adrián).
CD Diocesano: Sergio; David (Rubén), Juanma, Pérez, Paco, Moisés (Valentín), Diego (Onnais), Manu, Jose Pedro, Germán (Javi López) y Jaime Vecino.
Goles: 0-1, Moisés aprovecha un rechace de Dani Hernández; 1-1, Isma Miguel lanza al palo largo desde la zona izquierda; 1-2, Germán, libre de marca, cabecea a la red una falta lateral.