El delantero angoleño hará las delicias de los más pequeños actuando como rey Baltasar en la cabalgata del próximo domingo
A muchos podrá parecer que «ya era hora», pero lo que parecía tan lógico y esperable se ha confirmado: Mateus Alberto Contreiras Gonçalvez, Manucho, será el rey Baltasar en la mágica cabalgata de Valladolid mañana domingo cinco de enero. Tendrá como compañeros de Oriente a Pascual Herrera, presidente de la DO Cigales, que representará a Melchor, y a Román Vaquero, presidente de la Junta de cofradías de Semana Santa, quien emulará a Gaspar.
En este año 2014 que acabamos de comenzar, el motivo de la cabalgata de Reyes Magos en la ciudad del Pisuerga será «los cuentos clásicos», con lo que podremos ver al ariete blanquivioleta en una carroza tematizada con el cuento «Aladino y la lámpara maravillosa».
«Un morenito muy alto del Real Valladolid», según ha expresado Javier León de la Riva, será quien encarne la figura del más singular de los tres reyes de Oriente, no siendo esta la primera ocasión en que esto suceda, ya que en el 2004, otro vigoroso ariete del Real Valladolid de ascendencia africana representó a Baltasar en la cabalgata de aquel año. Hablamos de Ariza Makukula.
Aquella elección estuvo justificada por la necesidad de que fuera un «negro auténtico», como esgrimió en su día el edil vallisoletano. Recordemos también que el exblanquivioleta ghanés Ismail Abduz Razak fue el encargado de representar hace apenas dos años el papel de rey Baltasar.
La designación de Manucho no sorprende a casi nadie, más bien todo lo contrario, y coincide junto con la expresada firme voluntad del ‘palanca negra’ de terminar su contrato aquí en Valladolid, tras los rumores sobre una posible salida rumbo a México. Muchos han sido los que se han preguntado si no había sido Baltasar algún año ya, casi tantos como los que han recordado que en el año en que el ya citado Makukula repartió caramelos desde su carroza, el Real Valladolid acabó descendiendo a Segunda División, gracias, en parte, a la grave lesión del delantero congoleño. Aunque la similitud de los dos casos pueda parecer llamativa, no es momento de iniciar odiosas y agoreras comparaciones.
Manucho, uno de los jugadores más aclamados y reclamados por la afición vallisoletana más joven, se convertirá de este modo en un personaje identificado totalmente con la ciudad, si es que ya no lo estaba. El legado del angoleño a orillas del Pisuerga, lejos de promesas, goles y planeos tras los mismos, parece ser cada vez más evidente.