El mediocentro albaceteño se muestra feliz porque vislumbra el final de su periodo de recuperación.
Pocas veces se ha echado tanto de menos a un futbolista. Es cierto que casi nadie es imprescindible en una plantilla profesional, pero no hay dudas de que hay jugadores que son el cerebro de los equipos. Uno de ellos es Víctor Pérez que, junto a Álvaro Rubio, conforman la ‘sala de máquinas’ de Zorrilla. El futbolista que equilibra el centro del campo, que da pausa, y que sabe cuando debe dar un pase y abrir el juego hacia las bandas.
El jugador conoce la importancia que tiene para sus compañeros y por ello ha trabajado duramente en el gimnasio, para estar cuanto antes con el equipo. Quiere olvidar esta lesión cuanto antes, y gracias al trabajo con el recuperador, Enrique Margallo, se contempla la posibilidad -aun complicado- de que Pérez debute en La Liga 2013/14 el próximo lunes ante el Celta de Vigo.
“Estoy muy animado, contento con cómo van las cosas. Me ha ayudado la experiencia de la anterior lesión, sobre todo mentalmente. Se trata de ser positivo y echar horas de trabajo. Ahora no me marco un plazo para volver, siempre tienes la ilusión de poder jugar antes de la cuenta y las sensaciones son muy buenas. Aún hay que esperar a ver qué dicen las pruebas de control”, dijo el jugador. «Entrenando no hay dolor, y cuanto antes esté con el equipo, mejor», ha apostillado el centrocampista manchego.
Sobre la situación del equipo, ha valorado que «en algún momento necesitamos enlazar más con los de arriba, pero viendo trabajar al equipo, es para estar tranquilos».
En cuanto a la situación de su contrato dijo que «he pasado aquí años buenísimos, he crecido como jugador y espero seguir haciéndolo», dijo el jugador. Víctor ha concluido con un «esperemos noticias». Toda una declaración de intenciones.