Juan Ignacio Martínez probó este esquema contra el Valencia y el equipo se encontró más cómodo.
Si algo no funciona, hay que buscar una revolución. El Real Valladolid lo necesitaba. La falta de ideas obligó a Juan Ignacio Martínez a seguir en la búsqueda de la tecla. El esquema que dejó Miroslav Djukic no terminaba de convencer al alicantino. Ni jugar con dos delanteros, porque algo le faltaba. Probar es gratis. Y a veces acertado.
Llegó el partido contra el Valencia y el técnico tenía que buscar una solución para tapar al conjunto ché en el centro del campo. Álvaro Rubio, Lluís Sastre y Fausto Rossi eran sus hombres. El experimento salió bien y el equipo se sintió más a gusto. El 4-3-3 funcionó. Los banquivioletas consiguieron su objetivo y, además, volvieron locos a la defensa rival en ataque.
Este fin de semana el Real Valladolid se enfrenta a otro equipo con un centro del campo fuerte y poderoso a la contra. La presencia de tres hombres en el medio, como en Mestalla, podría ser la clave para frenar las acometidas del Real Madrid. Ya no estarán Javi Fuego, Parejo y Banega, pero sí jugadores como Xabi Alonso, Illaramendi o Casemiro. Más los que puedan aparecer a la hora de crear juego, como Modric e Isco.
Pero sobre todo para taponar el punto más fuerte de los blancos. El contraataque es su arma más letal. Puede que Cristiano Ronaldo no llegue, pero jugadores como Gareth Bale o Ángel Di María son muy rápidos en ese sentido. La defensa albivioleta necesitará apoyos si eso ocurre, aunque con la posibilidad de jugar con tres centrocampistas no debería permitir que eso sucediera en demasiados ocasiones
El juego por las bandas de los pucelanos no está dando el máximo rendimiento. Además, Patrick Ebert vuelve a ser baja. Se produce la misma situación que en el partido en tierras valencianas. Todo eso, sumado a la derrota en el último partido, invita a cambiar algo. Otra revolución con la que el equipo vallisoletano podría volver a puntuar y dar la sorpresa en el Santiago Bernabéu.
En la última jornada Juan Ignacio Martínez no pudo utilizar ese trivote. La acumulación de tarjetas amarillas por parte de Fausto Rossi hizo que tuviera que cumplir un partido de sanción ante Osasuna. Ahora, con los tres disponibles, esta opción vuelve a ganar enteros. Y quizá sea la más correcta.