António Alberto Bastos se ha convertido en uno de los cancerberos más destacados de la liga española.
Desde que hiciera su debut con el club hispalense el tres de febrero de 2013 en la victoria por 2-1 frente al Rayo Vallecano, el guardameta portugués Beto ha ido camelándose poco a poco a la afición del Nervión, quien ve en él un seguro tras las salidas de Diego López y Andrés Palop.
Aun así, António Alberto Bastos no lo tendrá fácil este año en el Sevilla Futbol Club, un equipo mirado con lupa desde el inicio y con un entrenador cuestionado desde el comienzo como es Unai Emery. Complejo será el papel del guardameta luso por dos motivos: su titularidad y el mantener su portería a cero.
Javi Varas será quien compita por el puesto con nuestro protagonista, quien de no tener un rival en la lucha por la titularidad de una fiabilidad tan consumada, no tendría problemas para verse cada fin de semana en el once inicial, si bien hay que reconocerle que, hasta el momento, es él el elegido por Unai Emery para ocupar la puerta sevillista.
Por si este no fuera suficiente quebradero de cabeza para el arquero portugués, ya en el campo tiene que lidiar con una defensa endeble, que concede ocasiones con demasiada facilidad. De hecho, el Sevilla es uno de los equipos más goleados de la Liga, con catorce tantos en contra, uno más que el Real Valladolid.
¿Qué armas posee Beto para contrarrestar todo esto? Sencillamente su trayectoria, casi intachable, que le ha llevado a ganarse a pulso un sitio en el fútbol europeo y su enorme valía como portero. Estas dos cuestiones van de la mano, pero no ha sido un recorrido fácil el suyo.
No fue hasta marzo de 2009 cuando dio el salto a un grande de Europa como es el Oporto. Un salto estacionario, puesto que las dos temporadas que allí estuvo fue suplente del irregular Hélton. En la temporada 2011/12 y cercano a la treintena, Beto se disponía a emprender una aventura un tanto exótica, ya que fue cedido al CFR Cluj rumano.
Lo que parecía ser un paso atrás en una carrera algo dilatada y para nada emergente pese a ser internacional, resultó ser uno de sus grandes aciertos. Su gran actuación con el conjunto rumano le valió el fichaje por el Sporting de Braga.
Casualidades de la vida, el fichaje de Diego López por el Real Madrid hizo que Beto acabara recalando en el Sevilla. Desde entonces ha sabido aferrarse a esta oportunidad demostrando unos reflejos inauditos, una solvencia clara en los balones aéreos a pesar de su escaso 1’80, pero, sobre todo, dejando claro que es uno de los mejores porteros de La Liga en el uno contra uno.
La magnífica capacidad del guardameta luso para achicar espacios y reducir las posibilidades de los delanteros al encararle ha hecho de António Alberto Bastos, Beto, uno de los porteros más valorados y regulares de la competición, algo que, a pesar de los goles encajados, la entidad hispalense viene comprobando desde que llegó al club en el pasado mercado invernal.