Estrenan técnico y presidente; pierden a su delantero estrella y líder; caminan dando tumbos económicos; su propósito es alcanzar la Liga de Campeones y encontrar otro nuevo líder.
El Valencia terminó la pasada campaña fatigado, tanto por quedarse a un suspiro de batallar por acceder a la fase de grupos de la UEFA Champions League como por los cambios que padeció durante la temporada. El primero llevó al entrenador argentino Pellegrino a dejar Mestalla antes de tiempo, en la jornada decimocuarta, habilitando su hueco a Ernesto Valverde. ‘El Txingurri’ canalizó la inconsistencia de la plantilla che, revivió a Éver Banega y colaboró en la escalada de un Valencia que en algunos tramos de la campaña alcanzó la más estable dinámica ganadora del campeonato.
Una buena fase de grupos de Liga de Campeones los llevó a octavos. Enfrente, se toparon con el macroproyecto formado por el jeque Nasser Al-Khelaifi y capitaneado por Carlo Ancelotti. El Paris Saint Germain venció en la ida, a domicilio, dejando el encuentro en Parc des Princes francamente complicado. Sin embargo, un combativo Valencia pasó cerca del milagro y recuperó parte de la fe perdida en los primeros compases de la temporada, a pesar de la eliminación.
En la competición nacional, la aceleración se produjo en la jornada decimoséptima, cuando el bloque entrenado por Valverde derrotó al Getafe, escalando desde la undécima posición hasta la novena. No dejó de evolucionar, sumando en cada jornada dosis de estabilidad y frescura que lo llevó subir escalones hasta la fecha vigesimosexta, incluso ganando en cuatro partidos consecutivos.
Éver Banega se instituía en el foco que alumbraba un Mestalla rebrotado, mientras que Roberto Soldado sumaba un número de goles muy notable, finalizando el curso como segundo máximo goleador español –por detrás de Negredo- con veinticuatro dianas. Finalmente, en una última jornada liguera a la que llegaba con una gesta por trazar, el Valencia cayó ante el Sevilla por cuatro goles a tres en el Sánchez Pizjuán, permitiendo a la Real Sociedad consumar la suya. Tres días después de la decepción, la cúpula del club che cambió por completo.
Amadeo Salvo, hasta la fecha vicepresidente deportivo de la Fundación VCF, se erigió en el trigésimo presidente de la historia de la entidad, es decir, del Consejo de Administración, decidido tras la Junta General de Accionistas celebrada el cuatro de junio. Salvo afirmó en sus primeras palabras como presidente valencianista que el club debía «luchar siempre por títulos».
La primera promesa del nuevo presidente escondía el nombre de Miroslav Djukic. Prioridad para sustituir a un Ernesto Valverde que no veía clara la viabilidad del manido proyecto prometido en Valencia, aunque tuviera el respaldo de la hinchada valenciana.
El entrenador serbio había agradado a La Liga por su fútbol y su cristalina personalidad exhibida en cada comparecencia de prensa. Antítesis de las sombras que intentaba esquivar el entorno del Valencia. El exentrenador del Real Valladolid aceptó porque tendría la posibilidad de que su recién tomado Valencia “fuera protagonista” en las noches europeas, aunque no fueran de Champions.
Pero el Valencia no es una casa tranquila. Grande, repleta de laberintos que pueden terminar tanto en extraordinarias eliminatorias europeas, como en el descubrimiento de talentos elevados desde la cantera che o en el resultado de una deuda neta que supera los 275 millones de euros, según la consultoría KPMG. Al respecto, Salvo ha reconocido que no debe nada a Hacienda, -si bien al Consell debe pagarle cerca de cinco millones de euros- y que la deuda ha decrecido desde 2008 en 66 millones de euros.
El moderado optimismo de los mandatarios valencianistas no esconde la obligatoriedad, por parte de Miroslav Djukic, de rellenar las fisuras de una plantilla cuyo propósito en la campaña 2013/14 es aunar compromisos para volver a cumplir fuera de las fronteras españolas y lanzar un gancho hacia el techo de la cuarta posición en La Liga. Como acostumbra, pese a los constantes huracanes.
Tres tenores
Éver Banega (Rosario, Argentina, 1988) se ha convertido en el jugador de la plantilla del Valencia que más temporadas ha pasado en el club che. Seis años en los que su trayectoria se ha dibujado sinuosa.
Tanto que, en sus primeros meses en Mestalla, soslayó la responsabilidad que conllevaba vestir la camiseta de un equipo llamado a competir por los títulos y tuvo que ser cedido a otra entidad histórica como el Atlético de Madrid. Con todo, Banega es un centrocampista de élite, capaz de someter al rival y atraer, como un imán, la victoria hacia sí.
La pasada temporada, Valverde lo devolvió a la causa valencianista y, de un empujón, se colocó en la mediapunta y delante de todos para elevar a sus veinticinco años el grado de madurez propicio para liderar en la faceta deportiva al Valencia. Djukic, el guía; y Éver, el corazón palpitante de su juego.
Sergio Canales (Santander, 1991) abrumó por su aparición precoz en Santander, donde mostró al mundo del fútbol que la tierna osadía y el ingenio entre líneas conformaban el cóctel más sabroso para los grandes clubes. Atrajo al Real Madrid y al Valencia, pero también a las lesiones.
Las reiteradas roturas en su rodilla derecha anularon su progresión y lucimiento. Sin embargo, tras recuperase de la última recaída, que lo sacó del primer partido del Europeo sub-21 conquistado este verano, puede convertirse en uno de los futbolistas más significativos del Valencia. No será por técnica.
Jeremy Mathieu (Luxeuil-les-Bains, Francia, 1983) nunca ha sido de muchas palabras. El defensa, preseleccionado con la selección francesa, prefirió decantarse por hablar en el verde, donde su fútbol ha fluido como, seguramente, nunca fluya su castellano. Aunque, en los primeros días de competición, comunicó en una rueda de prensa que, o percibe la seguridad de disponer de minutos, y como central, o no descarta abandonar Mestalla.
Porque Mathieu se redescubrió cambiando su disposición en el esquema de juego hacia el centro de la defensa. Un giro que trascendió y, según muchos medios de comunicación, despertó el interés del FC Barcelona. Su uno contra uno por mantenerse como defensor central lo enfrentará a Adil Rami.
El fichaje estrella
El verano en el despacho del director deportivo che, Braulio Vázquez, no ha sobresalido por una consecución de fichajes de relumbrón. Al contrario, el Valencia CF, inmerso en un periodo de transición institucional en el que la economía no se encuentra en su punto más boyante, ha buscado en el mercado opciones asequibles. El pico y la pala por encima de todo. Uno de los jugadores que puede acogerse con más ilusión es el de Dorlán Pabón (Medellín, 1988).
El atacante colombiano procede del Monterrey mexicano, donde volvió, sin desearlo, después de completar una segunda vuelta de enorme calidad con el Real Betis Balompié. En Sevilla anotó ocho goles en diecisiete partidos, colaborando a la excepcional temporada bética que culminó con la clasificación para la fase previa de la Liga Europa. En Valencia intentará ser un factor diferencial en el ataque de Miroslav Djukic.
El míster
Miroslav Djukic (Sabac, Serbia, 1966) zarpaba de Valladolid para agarrar las riendas de un Valencia desorientado, repleto de egos inconstantes, sin los dos líderes incontestables que aún sobrevivían en la entidad, Soldado y Albelda.
La afición ché aclamaba al técnico serbio por emplear la palabra cristalina como principal recurso de defensa y ataque. Ser diáfano como forma de trabajo. Sin telones, ni regates retóricos. Un discurso popular, más vertical que su idea originaria de fútbol, que pretende inocular en la rigurosa afición valencianista, hambrienta de estabilidad deportiva e institucional.
Sus primeros pasos en Valencia no han sido tan claros porque ha tenido que torear el engreimiento del futbolista de élite y palpar con mimo una plantilla confeccionada para retornar a la Liga de Campeones. Pero para esto se le ha fichado, además de por asombrar al mundo del fútbol con el vistoso, más en Segunda, y camaleónico, en Primera, fútbol del Valladolid. El Valencia quiere un nuevo líder; y Miroslav, imponer su éxito.
Fichajes y salidas
Altas: Dorlan Pabón (Betis), Hélder Postiga (Real Zaragoza), Oriol Romeu (Chelsea), Javi Fuego (Rayo Vallecano), Michel Herrero (Levante).
Bajas: Soldado (Tottenham), Albelda (retirado), Nelson Valdez (Al-Jazira), Fernando Gago (Boca Juniors), Aly Cissokho (cedido, Liverpool), Tino Costa (Spartak de Moscú), Jonathan Viera (Rayo Vallecano).