Luis Enrique tratará de implantar la filosofía del Barcelona en un equipo que buscará salvarse con holgura para tratar de acercarse a Europa.
Vigo continúa en el trance eufórico que inició cuando, gracias a los tropiezos del Depor, su equipo se salvó in extremis. Una salvación que vino acompañada precisamente del descenso del máximo rival, que a pesar de depender de sí mismo, no fue capaz de derrotar a Málaga ni Real Sociedad. Aquel glorioso gol de Natxo Insa supuso un punto de inflexión en la tendencia derrotista del Celta.
Desde entonces, la afición no ha hecho más que recibir motivos para volver a soñar con Europa. Y es que aunque quizá retornar a las competiciones continentales sea un objetivo demasiado ambicioso para un conjunto que hace apenas tres meses se salvó gracias a los tropiezos rivales, lo cierto es que este nuevo Celta invita al optimismo.
Tras la polémica destitución de Abel Resino, la directiva apostó por Luis Enrique argumentando buscar una propuesta deportiva diferente, más similar a la de Paco Herrera. El asturiano apostará por un fútbol combinativo y en ese sentido se ha trabajado desde la dirección técnica a la hora de fichar.
Y todo a pesar de que Iago Aspas, su principal estandarte, ha emigrado este verano rumbo a Liverpool. Sin embargo, los cerca de diez millones de euros que los reds han pagado por el moañés han servido al equipo celtiña para invertir en varias piezas que han ayudado a completar la plantilla. Para sustituir a Aspas ha llegado Charles, el pichichi de Segunda. En el banquillo esperarán David Rodríguez, que el año firmó unos muy buenos números con el Sporting en la Liga Adelante, y Mario Bermejo, una vez se recupere de su lesión de rodilla.
En el medio campo a las ya conocidas figuras de Borja Oubiña, Álex López, Augusto Fernández o Krohn-Dehli se le unen este año Nolito y Rafinha. Ambos son ambiciosas apuestas de Luis Enrique, que confía en que estas dos piezas le aporten el desequilibrio necesario para sumar puntos y escapar pronto de la ‘zona caliente’. Destaca especialmente el ‘todocampista’ Rafinha, quien, por condiciones físico-técnicas, puede jugar de medio centro defensivo, volante, falso nueve o pegado a banda.
Aúna buena parte de la calidad de su hermano con un físico que recuerda al de su padre Mazinho. Es un lujo para un equipo de media tabla y un diamante en bruto cedido por el FC Barcelona para que siga puliéndose con Luis Enrique. Si rinde a un alto nivel, el Celta ganará enteros para luchar por cotas más altas que la simple permanencia, siempre y cuando la zaga, la línea menos fuerte del equipo, rinda a un buen nivel.
La marcha de Roberto Lago, unida a la decisión de ‘Lucho’ de no contar con Andrés Túñez -incomprensible para muchos- por «no encajar en el perfil», dejan la zaga celtiña en cuadro, a pesar de las llegadas de Fontás y Aurtenetxe. La pareja del ex de Barça y Mallorca será Cabral, un tanto irregular el año pasado. El canterano Toni, reconvertido a lateral, competirá por un puesto en el once con Aurtenetxe y Bellvís. Por la derecha, el internacional sub-20 Jonny aspira a ponerle las cosas difíciles a Hugo Mallo, ya recuperado de su lesión y que aspira a recuperar el nivel que le hizo estar considerado uno de los laterales con más proyección del fútbol español.
En portería, Yoel regresa de su cesión al Lugo para competir con un puesto de titular con Sergio Álvarez, suplente de Varas el año pasado. Ambos parten con ventaja ante Rubén Blanco, un diamante que el año pasado fue uno de los culpables de la salvación viguesa con sus paradas en los dos últimos partidos.
Rubén es quizá el mayor talento en la portería desde la aparición de De Gea, pero en principio empezará la temporada con el filial en la Segunda División B, al igual que David Costas, Madinda, Javi Rey o Santi Mina, que intentarán aprovechar las oportunidades que le llegarán en el primer equipo.
En definitiva, una plantilla con alguna que otra carencia, aunque compensada y con varios nombres más que interesantes que deberían impedir que el Celta pasase apuros e incluso pudiese aspirar a pelear por regresar a puestos europeos. Balaídos vuelve a soñar.
Tres tenores
Álex López (A Coruña, 1988). Autor del gol de la salvación del Celta el año pasado. Llegó a la cantera del Celta en 2009 tras salir de su Ferrol natal y desde entonces fue entrando poco a poco en el primer equipo. Después de ser una de las claves del ascenso a Primera, el año pasado fue el de su confirmación.
Mediocentro ‘box to box’. Defiende, roba, organiza y llega a gol. Destaca en pases y disparos de larga distancia. El motor de juego del Celta, junto a Oubiña, al que está destinado a relevar a medio plazo. Jugará por delante del capitán en el esquema de Luis Enrique, presumiblemente como uno de los dos volantes para aprovechar su llegada de segunda línea.
Charles (Belem, Brasil, 1984). Llegó al fútbol español de la mano del Pontevedra, donde pasó seis años de grato recuerdo, y hacia la misma provincia retorna ahora para debutar en Primera. Rechazó seguir en el Almería, donde se había convertido en ídolo con sus 32 goles el pasado curso, y propuestas a priori más llamativas como la del Sevilla por regresar a las Rías Baixas.
El brasileño se perfila como la referencia atacante de un equipo que pagó por él más del millón de euros. De su capacidad goleadora -55 tantos en sus tres temporadas en Segunda División- dependerán buena parte de las opciones del Celta. Móvil y plástico, tras salir del Pontevedra, pasó a jugar en vanguardia.
Nolito (Cádiz, 1986). El andaluz ha sido una de las grandes apuestas de Luis Enrique, que no ha dudado en pagar cuatro millones por la mitad de su pase. Nolito ya despuntó con el asturiano en el Barça B y tras su paso por Benfica y Granada, pretende confirmar en Vigo lo que apuntaba en el filial blaugrana.
Extremo diestro rápido y con buen regate, jugará pegado a la banda izquierda precisamente para aprovechar sus desmarques diagonales y su gran disparo. Incomprensiblemente no tuvo una oportunidad en el primer equipo del Barça y tras un par de temporadas irregulares en Portugal, fue una de las piezas clave para lograr la salvación con el Granada.
Fichaje estrella
Rafinha (São Paulo, Brasil, 1993). El futbolista que más ilusión ha generado en la parroquia celeste. Rafinha, vigués de adopción, vuelve a casa como un hijo pródigo para adquirir experiencia a base de minutos en Primera División.
Con la mente puesta en hacer un buen papel que le abra un hueco en la plantilla del Barcelona, al menor de los Alcántara se le exigirá a sus veinte primaveras que sea uno de los jugadores que adquiera los galones del equipo y aporte el desquilibrio que se le presupone. Desde luego, por condiciones y apoyo, tanto de la entidad como de la parroquia celtiña, no va a ser.
El míster
Luis Enrique (Asturias, 1970) llega al banquillo celeste después de su experiencia frustrada en la Roma y con la meta de implantar un juego con ‘ADN Barça’ al que además le acompañen los resultados. El club vigués decidió no renovar a Abel Resino a pesar de que el toledano logró mantener al equipo en Primera y se decidió a contratar a Luis Enrique.
El asturiano bebe del FC Barcelona, donde inició su carrera como entrenador y tratará de aplicar un fútbol vistoso con el dominio del balón como máxima para lograr la victoria. De ahí que los fichajes hayan ido en buscar jugadores que puedan encajar en esa filosofía, con la llegada de viejos conocidos para él como Nolito, Fontás o Rafinha.
Otro requisito que cumple Luis Enrique es la apuesta decidida por la cantera, algo indispensable en los últimos tiempos en el club celeste. Así, a la gran nómina de canteranos instalados en el primer equipo (Yoel, Sergio, Mallo, Jonny, Vila, Túñez, Toni, Oubiña o Álex López) se le sumarán este año las presencias –esporádicas o no- de algún que otro talento de A Madroa, una fábrica que como demostró el segundo puesto en categoría juvenil en la Copa de Campeones, funciona. Lo que está claro es que con la propuesta de su nuevo técnico, Balaídos no se aburrirá.
Entradas y salidas
Altas: Yoel (Lugo), Fontás (Barcelona), Aurtenetxe (Athletic Club), Rafinha (Barcelona), Nolito (Benfica), Charles (Almería), David Rodríguez (Sporting).
Bajas: Javi Varas (Sevilla), Demidov (Eintracht), Roberto Lago (Getafe), Natxo Insa (Antalyaspor), Dani Abalo (Ludogorets), De Lucas (Hércules), Park (Arsenal).