El Real Valladolid empata a cero en el estadio Bruno Néspoli de Olbia, en el norte de la isla de Cerdeña, ante 2.500 espectadores. El equipo da buenas sensaciones, aunque no es capaz de marcar.
El Real Valladolid ha cosechado en Cerdeña, ante el Cagliari de la Serie A, un nuevo empate en un buen encuentro, en el que, por ocasiones, lo más justo habría sido una victoria para los de Juan Ignacio Martínez. A las bajas ya conocidas de Alcatraz, Rukavina Víctor Pérez y Larsson hubo que sumar a última hora la de Patrick Ebert, que obligó al técnico alicantino a formar de inicio con dos jugadores zurdos en el costado derecho.
A esta novedad se le sumó el triángulo interior del que el entrenador vallisoletano dispuso, con Álvaro Rubio como cabecero de área, unos pasos por detrás del capitán, Javi Baraja, y de Lluís Sastre, encargados de buscar en el juego por bandas a Rama o Omar, que jugó en la diestra formando pareja con Peña, quien, a pesar de jugar a pie cambiado, no dudó en sumarse al ataque, como demostró a los cinco minutos con un disparo lejano.
El partido transcurrió en su primera mitad con tanteo por parte de ambos equipos, aunque fue el Pucela quien tuvo más dominio del esférico y, en el tiempo que el Cagliari tuvo la pelota, el Real Valladolid presionó la salida del balón rival para poner en aprietos al equipo italiano, lo que no evitó que Jaime tuviese que realizar varias intervenciones de mérito para mantener la portería a cero.
La ocasión más clara en la primera parte la tuvo Marc Valiente, tras una jugada ensayada y un servicio de Omar Ramos. El central catalán remató solo en una muy buena jugada. La siguiente ocasión pucelana vino de las botas de Javi Guerra, al que la rapidez en la salida del portero italiano evitó que fusilara la meta en el minuto veintidós, diez minutos después de la entrada de un Alberto Bueno que, de base, no pudo evitar la alternancia.
En la segunda mitad, Jesús Rueda sustituyó a Javier Baraja como acompañante de Lluís Sastre en uno de los vértices altos del triángulo, volviendo así a ocupar, tiempo después, una posición en el centro del campo. El Cagliari tuvo una muy buena oportunidad por parte de Ibarbo, que estuvo apunto de marcar, pero de nuevo Jaime le cerró muy bien el espacio y evitó que acertara a marcar.
Posteriormente, Juan Ignacio Martínez dio entrada a Óscar y Manucho por Rama y Javi Guerra, respectivamente. Estos cambios dieron nuevos bríos a los blanquivioletas, puesto que con ellos se pasó a buscar al angoleño de forma habitual y el salmantino tomó la batuta del juego. No en vano, una jugada entre Óscar, Bergdich y Peña dio como resultado una gran oportunidad que Carlos Peña no culminó por poco.
En el último tramo del partido, el Real Valladolid movió con rapidez el balón e hizo que el equipo italiano corriera tras el esférico, persiguiendo sombras y entregado al rival. El Pucela buscó el gol hasta el último minuto con sendas ocasiones de Valiente y un mano a mano de Manucho que sacó el portero italiano, pero ni ellos ni el debutante Osorio pudieron romper la igualdad reinante en el marcador.
En cualquier caso, el equipo volvió a dejar buenas sensaciones y a impedir que el rival le hiciera excesivas ocasiones y, sobre todo, anotase, algo en lo que el cuerpo técnico ha incidido en múltiples oportunidades. El empate es, después de todo, el segundo de la pretemporada, que empieza ya a tocar a su fin. En lo que a partidos se refiere, lo hará el sábado en Burgos, ante el CA Osasuna de José Luis Mendilibar.