El delantero colombiano sale del laberinto que ha acompañado a su fichaje por el Real Valladolid, llegando a la capital castellana este miércoles para firmar por tres años, según informa Tribuna de Valladolid.
Existe un rango de sueño muy habitual, consistente en correr con pies de plomo, sin poder acelerar. El protagonista avanza ahogado, y no hay lugar para la gravedad. El sueño termina con brusquedad, la realidad lo desecha y aplaca la angustia porque las piernas continúan siendo ágiles. La historia del ariete Humberto Osorio podría rodarse en uno de aquellos sueños, en el que el jugador, con un rostro grave y preocupado, clamara a Dios por que pudiera terminar esa envolvente tortura.
Según ha informado el portal de noticias Tribuna de Valladolid, el hermano de Osorio sostiene que el colombiano llegaría a Valladolid mañana miércoles, después de solucionar sus problemas para obtener el billete de avión que conectara Argentina -donde juega su último equipo, el Club Atlético San Martín- con España. Tribuna ya adelantó que Osorio había reservado el ticket de avión para trasladarse el pasado domingo a España pero, como viene acompañando al desarrollo de las negociaciones, éstas se han extendido, pegajosas, como el chicle.
Desde el entorno personal del jugador tranquilizan, asegurando que ya es miembro del club blanquivioleta, con el que firmará un contrato por tres años. Una rúbrica que ha temblado más de lo esperado por la dirección deportiva del Valladolid, capitaneada por Alberto Marcos, ya que el círculo parecía cerrado -la firma era inminente y el director deportivo reafirmaba el avance de la negociación- hasta que un pequeño boquete hizo aparición y tambaleó el fichaje.
El laberinto de Humberto
En unas declaraciones recogidas a Osorio a mediados de mes, recriminaba la disminución de las pretensiones económicas que habría llevado a cabo el club pucelano. El futbolista tildó esta acción de «falta de respeto», pues suponía una rebaja del 25 % dentro del millón de euros que el club pagaría por el 30 % de sus derechos deportivos, así como un descenso de su salario mensual -que, como indican Tribuna de Valladolid y El Norte de Castilla será de 30.000 euros-. A estos contratiempos le acompañó, según El Heraldo, la negativa por parte del Real Valladolid de proporcionarle un automóvil y un apartamento de alquiler en la ciudad vallisoletana.
Acto seguido, saltó al escenario el Estudiantes de La Plata argentino. El sitio web cafetero El Heraldo publicó pronto unas nuevas negociaciones que Humberto Osorio había emprendido con otros clubes argentinos -también de México-, entre los que destacó el conjunto pincharrata, diluyéndose así toda posibilidad de recalar en Valladolid. O, al menos, entretejiendo más adversidades para una contratación densa.
Pero Juan Ignacio Martínez salió al quite para deshilachar las preocupaciones amontonadas sobre la figura del vallenato Humberto Osorio. El pasado miércoles veinticuatro, el técnico alicantino aseveró en SER Deportivos Valladolid que las gestiones para incorporar al delantero estaban «muy avanzadas», lo que abría más caminos en el laberinto de Humberto.
Una semana más tarde, los indicios apuntan a que el Real Valladolid y el ariete cafetero han encontrado el punto de encuentro que lleve al equipo a aumentar las variantes en una delantera blanquivioleta, con esta incorporación, cerrada. Salvo que la entidad de la Avenida Mundial ’82 acepte una oferta por el punta angoleño, Manucho.