Rodrigo del Campo es estudiante de Grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte que está realizando sus prácticas en el Real Valladolid Promesas y forma parte de un proyecto de detección de talentos.
Con muchas gotas de sudor por medio me encuentro por fin con Rodrigo. Y no es que el acudir a los Campos Anexos al José Zorrilla requiera un esfuerzo titánico, sino que para poder llegar a esta entrevista hemos tenido que luchar muchos balones, sacarnos mucho los codos, darnos alguna patada, e incluso, pasar por las urgencias del antiguo Río Hortega tras un encontronazo futbolístico. Hoy, como ayer, antes de ponernos a platicar todo son risas, tras un tiempo, todo buenos recuerdos.
Rodrigo del Campo (siete de diciembre de 1987, Valladolid) está cursando sus prácticas de Grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en el Real Valladolid Promesas, concretamente a los órdenes de Julio Hernando, preparador físico del equipo.
Poca gente puede presumir de conocer tan bien como él el fútbol base y de cantera de la ciudad. Su paso por equipos como la UD Sur o el CD Arces como jugador y por el CD Parquesol o CD José Luis Saso como entrenador lo atestigua. Futbolero empedernido, hoy disfruta de un sueño hecho realidad, «estar en el Real Valladolid», un paso más en la formación profesional de un hombre del deporte o quizás el comienzo de una carrera que le lleve a alcanzar las cotas más altas del sueño deportivo.
Pregunta: ¿Cuál es, a grandes rasgos, tu labor diaria en el seno del cuerpo técnico del Real Valladolid Promesas?
Respuesta: Estoy tutelado por Julio Hernando, con lo cual, lo que hacemos es comentar en que va a consistir la sesión y qué se pretende trabajar, así cómo resolver aquellas dudas que se me planteen. En cuanto a trabajo en sí, ayudo en la realización de algún ejercicio para agilizar el trabajo de todos o superviso y realizo los ejercicios con algún jugador que esté haciendo la readaptación al grupo tras una lesión.
P: A parte de tu labor en prácticas con el Promesas, ¿desarrollas algún tipo de actividad relacionada con el mundo del fútbol?
R: Actualmente estoy inmerso en un proyecto de detección de talentos en el mundo del fútbol, ámbito en el que me muevo desde hace dos años y mi verdadera pasión. También he jugado al fútbol esta temporada a nivel federado, pero finalmente he tenido que dejarlo por problemas de incompatibilidad de horarios
P: Cómo es el día a día de un vestuario profesional?
R: Yo creo que no dista mucho del vestuario de un equipo provincial o de fútbol base. Son chavales jóvenes que tendrán sus cosas buenas y malas, pero en general hay buen ambiente. Esto no me ha sorprendido mucho porque era algo que ya me esperaba.
P: ¿Cómo ves tú al equipo? ¿Quién te ha sorprendido más? ¿Quién crees que puede llegar a la élite del fútbol?
R: Al equipo lo veo, quizás, demasiado joven. Se nota que necesitan más rodaje y experiencia en la categoría, y que esto es, en general, lo que les está pesando. Técnicamente es un equipo muy bueno, en el que hay chavales con mucha proyección. No podría destacarte concretamente un jugador sobre el grupo, porque hay varios dentro de él que tienen potencial para llegar lejos, que si se lo toman en serio, trabajan, y, obviamente, tienen suerte, podrían llegar a debutar en Primera División, porque madera hay.
P: ¿Eres de los que piensan que el Promesas debe estar en Segunda División B, o por el contrario, sostienes que lo importante es hacer progresar a los jugadores y nutrir al primer equipo de efectivos esté donde esté su filial?
R: Pienso que para que un jugador progrese o pueda mejorar sus cualidades debe estar compitiendo en un nivel que le exija, porque si está estancado en una categoría en la que el nivel es muy bajo, puede pasar que no de lo mejor de sí para estar a la altura de otros jugadores, y que a la hora de dar el salto a la élite no esté en condiciones. Siempre he defendido que un jugador juvenil que sobresale debe pasar directamente al primer equipo.
A mi modo de ver, hay jugadores que categorías como Tercera División o Segunda B les hacen perder sus cualidades porque no se adaptan, e igual jugando en Primera División, donde muchas veces se dan más espacios y se deja jugar mucho más, el jugador podría adaptar mejor su juego y progresar con mayor facilidad. En definitiva, si el nivel donde se encuentre el filial no es lo suficientemente exigente, siempre hay que intentar progresar, pero si un jugador desde su edad juvenil destaca sobremanera, y sus aptitudes psicológicas y físicas se lo permiten, debería dar el salto a la élite.
P: El Promesas posee todavía opciones de clasificarse para el play-off por el ascenso. ¿Ves capacitados a los chicos para ello? ¿Cuál puede ser el factor más determinante?
R: Los chavales tienen potencial para llegar al play-off. Viéndoles entrenar, cada día observas su potencial, el de uno de los cuatro mejores equipos de la categoría. Pero, como ya he dicho antes, el factor que puede pesar es el de la juventud. Sacar puntos fuera de casa va a estar muy difícil, aunque en casa habrá menos problemas. Los chavales lejos de Los Anexos tienen que dar un paso al frente, ser conscientes de que si quieren llegar a Segunda B, tienen que hacer buenos partidos lejos de casa, en campos pequeños.
P: ¿Es muy diferente el entrenamiento de un equipo profesional como el Real Valladolid B al de otros equipos en los que has militado o entrenado?
R: Sí, desde el primer día es latente que la exigencia es mucho mayor. El personal es muy adecuado y específico, por ejemplo, Julio, tutor mío, programa todos los entrenamientos. Son ejercicios muy dinámicos basados en estudios que se han realizado y que constatan que esa es la mejor forma de llevar un equipo. Dista mucho de los clásicos entrenamientos con los que nos hemos podido encontrar todos en categorías inferiores, en los que quizás los entrenadores no sabían hacer una programación exacta para entrenar todas las cualidades y parámetros.
P: Desde fuera, en tu amplia experiencia en el fútbol base, ¿qué sensación tenías del Real Valladolid?
R: Para empezar, yo he sido socio del Real Valladolid durante muchos años, he seguido casi todos los partidos de Liga… y desde siempre he visto al Real Valladolid como algo superior, como lo máximo, como la élite de la ciudad. En el fútbol base de la ciudad siempre se ve al Real Valladolid como el equipo que tiene los mejores equipos dentro de la Liga, el que tiene los mejores jugadores de la ciudad y en el que siempre depositas el sueño de jugar algún día.
P: ¿A qué crees que se debe la animadversión que a veces despierta el Real Valladolid en otras entidades deportivas futbolísticas de la ciudad?
R: No se puede llamar animadversión, lo que siempre ha despertado el Real Valladolid ha sido una competencia en los otros clubes por intentar ganarle, porque son el mejor equipo en las categorías inferiores, con los mejores jugadores… Hay ganas por parte de los otros equipos de demostrar que pueden ser una alternativa en la ciudad, pero yo no lo llamaría animadversión, ya que la mayoría de los jugadores de otros clubes de la ciudad desearían jugar en el Real Valladolid.
P: ¿Sentías esa rivalidad cuando jugabas o entrenabas?
R: Sí, yo recuerdo que cuando jugaba y tocaba el partido contra el Real Valladolid era cuando más ganas le ponías porque sabías que si hacías un buen partido te podían llevar. Era un partido especial, diferente. Tenías muchas ganas de ganarles para acabar allí algún día.
P: ¿Cómo valoras el nivel de las categorías formativas de los equipos de la ciudad?
R: El nivel está aumentando mucho en los últimos años. Cada vez está entrando más gente del mundo del deporte, con estudios, que tiene acceso a planificaciones anuales de entrenamiento y creo que este es un tema que está mejorando mucho y en el que incluso equipos que no son el Real Valladolid están trabajando con metodologías muy buenas. Si sigue entrando gente con estudios y formada del mundo del deporte, esto seguirá mejorando.
P: Dentro del fútbol y habiendo conocido ya casi todos los ámbitos de este ¿con qué has disfrutado o disfrutas más?
R: Dividiéndolo por etapas, siendo más joven con lo que más he disfrutado ha sido jugando al fútbol, de hecho lo sigo haciendo. Con el paso de los años me ha ido encandilando más el ver el fútbol desde fuera, otear el nivel de jugadores y su potencial…
P: Dado que tu titulación te lo permite y teniendo en cuenta la experiencia que estás adquiriendo con tus práctica, ¿te gustaría dedicarte a los banquillos profesionalmente?
R: Ahora mismo lo que más me gusta es el tema de la detección de talentos y me gustaría trabajar en este aspecto con jóvenes jugadores y poder desarrollar programas para esto. Lo de dedicarme a ser entrenador y estudiar para ello, no lo descarto porque de hecho ya he estado entrenando en categorías alevín y benjamín. El ser entrenador algún día es algo que con el paso de los años me gustaría estudiar.
P: Siendo un agente activo de la infraestructura de cantera de esta ciudad, ¿cuánto porcentaje del futurible éxito de un jugador le otorgas al ‘tener padrino’, o en su defecto, ‘enchufe’?
R: Yo creo que a la hora de llegar a la élite del fútbol influyen muchos factores. Siempre el tener contactos, como en todos los ámbitos de la vida, es importante, pero yo creo que tarde o temprano llega el momento en el que el jugador tiene que demostrar su valía, y aunque se le pueda ayudar, o se le abran ciertas puertas por tener alguna persona conocida en un cierto lugar, y a la hora de verdad si no demuestra que vale, ese jugador no va a llegar. Esto es una mezcla de trabajo, suerte y de estar en el momento adecuado en el sitio adecuado.
P: ¿Se respira también dentro del club también el #SomosValladolid, el espíritu que ha querido inculcar Djukic a la plantilla y al entorno?
R: Este año la ciudad está más volcada con el equipo. Otros años pesaba un clima de pesimismo, pero este año la gente sabe que el equipo está haciendo las cosas bien, que es un equipo humilde con poco presupuesto. La ciudad está más atenta e identificada con lo que hace el equipo.
P: ¿Ves a Javier Torres Gómez como inquilino del banquillo del primer equipo en un futuro?
R: La verdad que a Javi lo conozco personalmente desde hace muy poco tiempo, pero por trayectoria profesional, empatía y dirección del grupo creo que está capacitado para dirigir a un equipo de la máxima categoría. Creo que responde a un nuevo prototipo de entrenador de fútbol con un concepto mucho más integral, el cual considero necesario en los tiempos que corren. Me alegraría mucho si esto sucede pronto.
P: ¿Cuándo crees que el equipo certificará la permanencia?
R: La experiencia me dice que debemos ser muy precavidos. Hemos vivido situaciones en las que, terminando el equipo la primera vuelta, se hablaba de Europa y acabamos pasándolo mal. Este año quizás necesitemos menos de 42 puntos, y lo importante es que esos puntos acaben llegando, sea cuando sea.