El filial blanquivioleta afronta las últimas jornadas como auténticos partidos a vida o muerte, en los que tratará de meterse entre los cuatro primeros para así poder disputar los play-off de ascenso a Segunda B.
Al Real Valladolid Promesas le quedan cinco partidos, cinco finales, para conseguir el objetivo por el que se lleva luchando desde el comienzo de la liga: acabar entre los cuatro primeros del Grupo VIII de Tercera División.
Concretamente, los de Javi Torres Gómez están inmersos en la lucha por la cuarta plaza, última que da derecho a jugar los play-off de ascenso a Segunda División B. Actualmente son quintos con 61 puntos, a tres de La Granja, que cierra los puestos de promoción para subir de categoría. La lucha por este puesto no es solo cosa de dos, sino de tres. La Segoviana, sexta con 60 puntos, también está en la pugna.
Promesas, Segoviana y La Granja, en las cinco jornadas que restan, tienen un calendario muy parejo, e incluso los dos equipos segovianos se tienen que enfrentan entre sí en la última jornada (un partido en el que se puede decidir el futuro de los tres). La ventaja que tiene el filial respecto a estos dos conjuntos –en el caso de empate- es que les tiene ganado el golaverage.
Los rivales
Santa Marta y Racing Lermeño, dos equipos inmersos en la pelea por mantener la categoría, pueden ser clave para decidir quién ocupará la cuarta plaza y por tanto jugará los play-off. Promesas, Segoviana y La Granja se tienen que enfrentar a ambos en las próximas semanas.
Los salmantinos son decimoctavos con veintiseis puntos y los burgaleses decimosextos con 31, por lo que aún no han certificado su permanencia de forma matemática. Sin ir más lejos, este sábado La Granja recibe al Santa Marta en un partido en el que ambos equipos se juegan mucho.
La Virgen del Camino –a pesar de estar salvado- puede ser otro juez en esta carrera. Los leoneses sucumbieron ante La Granja la semana pasada y ésta visitan el campo de La Albuera. Además, la semana que viene el filial blanquivioleta visitará Los Dominicos en un partido en el que pueden saltar chispas, como ya sucediera en el partido de la primera vuelta, cuando los blanquivioletas les endosaron una manita.
Ávila, Bembibre y Cuéllar son los otros rivales. Los dos primeros están salvados mientras que el tercero ya ha certificado matemáticamente su descenso. Los abulenses tienen que jugar con los tres, los leoneses solo con el Promesas y los segovianos con La Granja.
La plantilla
Para este tramo final de liga, Torres Gómez ha recuperado efectivos, a excepción del portero Julio que hace unas semanas se rompió el menisco. Bardanca, tras su larga lesión, está totalmente recuperado y ha vuelto con más ganas que nunca. Adrián Pérez, ausente en las últimas semanas por un esguince, parece ya estar recuperado y puede que esté disponible para esta misma semana. El que lo tiene más complicado es Guilherme porque arrastra molestias de pubis desde hace ya varias semanas.
Lolo (que ahora está lesionado) y Rubén Peña están a disposición del técnico madrileño. Djukic, con los refuerzos invernales, ya no cuenta con ellos para el primer equipo. El extremeño ha aportado un plus de calidad al ataque mientras que el abulense ha sido un buen remedio ante las numerosas bajas en defensa.
Amaro, el capitán, que se perdió gran parte de la primera vuelta, ha sido el mejor refuerzo del Promesas para el segundo tramo de liga. El juego que reparte el salmantino hace que el fútbol del filial sea mucho más fluido.
El camerunés Clyde y el italiano Andrea Mancini se han incorporado al grupo tras las salidas de Gordillo y Tekio. Ambos jugadores han tenido la oportunidad de debutar. El camerunés, incluso, ha sido titular en varias ocasiones -aunque no en los últimos partidos-, gracias al físico que aporta al filial.
El resto de la plantilla, que lleva dando la cara toda la temporada y obteniendo buenos resultados, empieza por los guardametas, Rodrigo (uno de los porteros menos goleados de la categoría) y Facundo (que aún no ha debutado en esta temporada).
Fran No e Iván Casado son los principales pilares de la defensa. Gil, Pesca, Alberto y Álex son los mediocentros restantes, aunque ante la corta plantilla y las bajas han hecho que ocupasen diversas demarcaciones durante el año. Ruba, Zubi, Quique y Rubén Díaz, mientras, componen el resto del ataque del Promesas.
Todos estos jugadores no solo juegan en su línea natural, sino que cuando las circunstancias los requieren adelantan o atrasan sus posiciones para ayudar al equipo. Extremos que juegan de laterales, laterales que juegan de centrales, centrocampistas que juegan en el eje de la defensa… Y todo por acompañar la formación, siempre esencial, de la competición.
Estos son los veintiún futbolistas que lucharán hasta el final por conseguir el objetivo de acabar la temporada en los puestos de play-off y quién sabe si de ascender también –en el caso de acabar cuartos-. Motivos para creer en ellos, visto lo visto y pese a su actual puesto, hay: se trata de una plantilla joven y en buena medida inexperta que ha sabido adaptarse a la categoría desplegando buen fútbol y que partido a partido ha superado las expectativas de propios y extraños.