Jesús A. Zalama se refiere al perdón pedido por Alexis tras ser expulsado en Zorrilla… antes del dichoso esputo.
«Quiero pedir disculpas a la afición del Valladolid por mi actitud hacia el público. No fue una situación muy grata y quiero pedir disculpas porque esa no es la actitud de un deportista». Así pide perdón Alexis de su segundo error, quizá el más grave, de los que protagonizó en Zorrilla el pasado sábado.
No gastaré mi tiempo en señalar el incidente que protagonizó el defensa azulón en la bocana de vestuarios tras ser expulsado -y por el que ha sido sancionado-, ya que me parecería un acto oportunista y demasiado evidente, amén de que rayaría lo ruin tras haber pedido disculpas el propio jugador. Diré solo que fue una falta de respeto de unas magnitudes inaceptables.
Dejando esta cuestión al margen, día a día, Alexis Ruano sigue cometiendo una falta de una gravedad casi pareja: continúa sin disculparse ante Ebert por el clarísimo codazo que el malacitano propinó al alemán y que posteriormente le costó la expulsión.
Me parece #lamentable que Alexis no acompañase el perdón por el esputo por las disculpas por esa acción, más aún tras haber reconocido que se equivocó con el dichoso escupitajo. Esto demuestra que no es que no se acuerde de pedir perdón, sino que no piensa hacerlo en el caso de Patrick Ebert.
Jugadores de este tipo, que no acaban siendo sancionados por lances del juego, sino por actos que trascienden lo futbolístico son los que más adelante rara vez repiten tales hechos fuera del campo, pero también los que dentro de él siguen creyéndose el poseer una impunidad manifiesta, campando a sus anchas con los codos extendidos, las entradas a media altura, y las agresiones alevosas.
Alexis Ruano cuenta tan solo con veintisiete años, pero va marcando claramente cómo quiere que los aficionados le recordemos. Parece ser que ya no se acuerda de cuando él mismo sufrió un infierno de lesiones que le cortó su prometedora carrera futbolística. Parecer ser que no entiende que sus acciones en el campo repercuten sobre otros compañeros, futbolistas al igual que él, y que acciones como las del pasado Sábado para un jugador como Ebert pueden trascender lo meramente deportivo.
Lo siento Alexis, pero has errado, y no solo con el escupitajo.