Rubén Peña y Rubén Sanz son dos extremos que, circunstancialmente, están ejerciendo -y cumpliendo- en una posición más retrasada.

Cuando la plantilla de un equipo es corta –que por sí solo ya es un pequeño problema- las lesiones se convierten en un verdadero quebradero de cabeza (lleno de remiendos y parches) y más cuando el dichoso Murphy se empeña en que están sean en la misma línea o lo que es aún peor: la misma posición.
Javier Torres Gómez, entrenador del Real Valladolid Promesas, bien lo sabe, pues anda con la defensa en cuadro. Las lesiones de los laterales titulares –y únicos- del filial, Adrián Pérez y Guilherme, han hecho que el madrileño tenga que improvisar con Rubén Peña y Rubén Sanz en el lateral derecho.
El primero en probar fortuna en esta demarcación fue Peña. El abulense en su vuelta al filial, tras su andadura por el primer equipo, ocupó el puesto de lateral derecho. El extremo diestro –su posición natural aunque también se le puede ver por la izquierda- cada vez que ocupa un hueco en la defensa cumple bastante bien el cometido de evitar las envestidas rivales.
Para Peña la demarcación de lateral derecho no es del todo desconocida, cuando está a las órdenes de Djukic, a veces, entrena en esta posición. Bien es verdad que su debut fue como extremo, aunque no dudó en bajar a defender cuando fue necesario. Su constancia y (buen) trabajo tanto en ataque –donde es más habitual verle- pero también en defensa han hecho que Torres Gómez se fije en él como una solución de garantías para la defensa del Promesas.
Entre ‘Rubenes’ está el lateral derecho del Promesas. Rubén Sanz, más conocido como Ruba, al igual que su tocayo es extremo pero está ocupando el flanco derecho de la defensa del filial. El arandino, sobre todo en estas últimas jornadas, se está afianzando en el lateral y, haciendo honor a la verdad, no lo está haciendo mal.
Con Ruba en el lateral derecho el filial blanquivioleta gana, aún más, un plus en ataque. Su velocidad y sus continuas llegadas hasta la línea de fondo le permiten poner centros que casi siempre encuentran algún que otro rematador. Con su actuación en el ‘B’ se ha ganado entrenar de cuando en vez a las órdenes de Miroslav Djukic y puede llegar a ser un buen lateral derecho, cualidades y ganas no le faltan. Por el momento tendrá que seguir siendo ese (buen) remedio.
La polivalencia en el fútbol es una gran virtud y estos dos jugadores la poseen. Ocupan una demarcación extraña y de vez en cuando cometen algún error –pero hasta el defensa más experimentado lo hace-, pero que día a día van corrigiendo. El tiempo será el encargado de decidir en qué posición terminen destacando estos dos futbolistas.