El Burgos CF es el líder del Grupo VIII de Tercera División y aún no sabe qué es caer derrotado en su campo en competición ligera.
El próximo rival del Real Valladolid Promesas, el Burgos Club de Fútbol, es un escollo muy complicado para su particular lucha de mantener la cuarta posición, última que da derecho a jugar los play-off de ascenso a la División de Bronce, plaza que tienen asegurada los burgaleses, quienes se presentan como un firme candidato para ser equipo de Segunda División B la próxima temporada.
El Burgos CF es uno de los equipos más fuertes del Grupo VIII de Tercera –la Cultural es el único equipo capaz de hacerle sombra,- y así lo muestran los 67 puntos logrados en los veintiocho partidos que se llevan disputados.
Experiencia y juventud se entremezclan y entienden a la perfección en el elenco capitaneado por el mítico exjugador Ramón María Calderé. Esta perfecta simbiosis entre madurez e ilusión se refleja en sus números, pues sus derrotas son menos de los dedos de una mano y siempre se han producido lejos de su fuerte, El Plantío. Concretamente tres, ante el ya desaparecido Palencia, (2-1), Ávila (2-1) y la última el pasado domingo ante la Segoviana (1-0).
Tres derrotas, todas ellas fuera de casa, cuatro empates –dos como local y otros dos como visitante- y veintiuna victorias –once logradas en El Plantío y las diez lejos del fortín burgalés- son el bagaje global obtenido por el Burgos hasta la fecha.
Estas cifras no son tan raras si se tiene en cuenta que los de Calderé son el equipo más goleador y el menos goleado. Sesenta goles a favor y tan solo quince en contra. Entre sus filas se encuentran Aurreko, Carralero y Pacheta, tres jugadores clave para los números de los burgaleses.
Aurreko va por el camino de convertirse en el ‘Zamora’ del grupo. El portero vasco, en más de una ocasión, ha evitado que el Burgos sumase alguna derrota más en su casillero. Y en otras tantas, el guardameta ha sido el mejor de su equipo con diferencia. El pasado domingo ante la Segoviana, sin ir más lejos, es un buen ejemplo. El bilbaíno evitó que su equipo saliera de La Albuera con algún gol más.
Y como es lógico, el fútbol no se entiende sin goles. Carralero y Pacheta no solo son dos de los goleadores del equipo, sino también del Grupo VIII de Tercera División. Entre los dos suman una nada desdeñable cifra de 31 tantos, la mitad de los marcados en total.
Fernando Carralero, que no es delantero centro, lleva diecinueve dianas. El gaditano es el máximo goleador del Burgos y segundo en la general del grupo VIII tras el jugador de la Cultural, Ortiz. Un atacante que posee buena zurda y que suele actuar como segundo delantero o en banda izquierda.
Por su parte, el delantero burgalés, Pacheta, lleva en su poder doce goles. Posee un olfato innato para al gol y un buen disparo desde media distancia. Dos jugadores fundamentales en el ataque del Burgos y gracias a los cuales el equipo se mantiene arriba.
El partido del domingo será un duelo bonito entre dos equipos que saben y quieren jugar al fútbol. Los burgaleses no podrán estar dirigidos por Ramón María Calderé –que, como curiosidad, cabe recordar que debutó como jugador en Primera División en el Real Valladolid en 1980-, expulsado hace cuatro semanas en la vuelta de la Copa Federación.
Un entrenador peculiar y que no pasa desapercibido allá por donde vaya. El exjugador del FC Barcelona, en lo que va de campaña, acumula tres expulsiones y un total de ocho partidos de sanción.