El Real Valladolid de Djukic ha encajado en Liga seis tantos de esta manera desde que el serbio llegó al banquillo de Zorrilla.
Qué dulce es el gol en unas ocasiones y qué amargo en otras. Desde que Miroslav Djukic llegó al banquillo del Real Valladolid hace temporada y media, el equipo ha marcado en su propia portería en seis ocasiones en competición liguera y uno en Copa. Tres de ellas fueron claves para los intereses blanquivioletas, mientras que el resto no tuvieron demasiada importancia en el resultado final. Manucho ha sido el desafortunado protagonista en dos ocasiones, el que más. Cuatro de los casos ocurrieron en Zorrilla y, curiosamente, todos el curso pasado.
Cronológicamente hablando, el primero en estrenarse con el almirante como técnico fue Javier Baraja. El capitán abrió el marcador en la quinta jornada de la temporada anterior ante el Real Murcia.
El centrocampista no estuvo acertado al intentar despejar un balón con la cabeza e introdujo el balón en la meta de Jaime. Corría el minuto seis de partido y el marcador del Nuevo José Zorrilla ya reflejaba un cero a uno desfavorable para los blanquivioletas. Los murcianos terminaron ganando por un gol a tres.
El Numancia visitó Valladolid cinco jornadas después. En aquel partido debutó en el lateral derecho Felipe. El canterano no pudo tener peor estreno. Pasado el ecuador de la segunda mitad y con el resultado gafas en el electrónico, Felipe se encontró con un balón que venía repelido del poste. El jugador fue a despejar el esférico y este acabó en el fondo de las mallas, ante la impotente mirada de Jaime. Por suerte, el Pucela remontó en los instantes finales y consiguió llevarse los tres puntos.
El siguiente es, quizá, el caso más intrascendente en el resultado final. Con dos a cero favorable al Real Valladolid sobre el Villarreal B y con el tiempo casi cumplido, Rueda cedió un balón a Jaime con el pecho. El extremeño midió mal y la pelota no fue donde estaba el cancerbero.
El último mal sabor de boca de la temporada 2011/12 lo protagonizó Manucho. Los de Djukic estaban en plena lucha por el ascenso directo y el Hércules visitaba Zorrilla en la jornada treinta y ocho. El conjunto blanquivioleta se adelantó en el marcador y rozaba la victoria con la punta de los dedos. Los alicantinos rascaron un punto en el último minuto gracias a un remate del angoleño en su propia portería.
Ya en la presente temporada y con Manucho otra vez como protagonista, el Real Valladolid ganó con suspense en el Pizjuán. Tras ponerse cero a dos en los primeros instantes del partido, el delantero cabeceó hacia la portería vallisoletana al intentar despejar un saque de esquina. Tocó sufrir para ganar, pero el mal trago del angoleño fue dulce con el resultado final.
El Pucela, no obstante, fue capaz de mantener la renta lograda en el primer cuarto de hora y se impuso en un campo complicado por un gol a dos apenas seis días después de que Jesús Rueda, también en Sevilla, pero ante el Betis, marcase en la meta defendida por Jaime el tercer gol para el conjunto heliopolitano.
El último y más reciente se produjo en el anterior partido ante el Levante. Rukavina, en su afán por frenar una acometida de los granotas, introdujo el balón en la meta defendida por Dani Hernández. En este caso también se produjo en los instantes finales del encuentro. El Real Valladolid se fue con las manos vacías del Ciudad de Valencia debido a esta desafortunada jugada.