Javi Baraja vuelve a marcar un gol en Primera División con la elástica blanquivioleta más de dos años después.
El capitán del Real Valladolid, Javier Baraja, después del brillante partido de la semana pasada ante al Real Zaragoza, ha vuelto a reivindicarse sobre un terreno de juego con un espectacular zurdazo desde fuera del área convertido en gol, para así demostrar que, a pesar de no ser habitualmente titular y no disfrutar de muchos minutos, su compromiso con el equipo es total.
Al inicio de la temporada, se intuía que Baraja iba a ser suplente, o incluso suplente del suplente. Álvaro Rubio y Víctor Pérez eran los medios titulares y la llegada de Lluís Sastre hizo vaticinar lo segundo, e incluso Neira ha estado por delante del capitán en alguna ocasión para jugar en el mediocentro. La lesión de Víctor y la sanción de Lluís Sastre provocó la titularidad del vallisoletano ante el Zaragoza y, a pulso, se ganó repetir en Valencia ante el Levante.
Era el primer saque de esquina del partido a favor de los de Miroslav Djukic, en el minuto siete. El centro de Omar al primer palo fue despejado en primera instancia por Ballesteros, pero ahí estaba él, con el ocho en la espalda que no dudo ni un segundo en pegar al balón según le venía.
Un disparo seco y potente con la zurda que sorprendió a Munúa, quien no pudo hacer nada para atajar el zurdazo de Baraja que establecía el cero a uno en el marcador y que, a más de uno y a más de dos, le hizo acordarse de los versos de Walt Whitman: «¡Oh, capitán, mi capitán!».
El último gol de Javi Baraja con la camiseta blanquivioleta fue un ocho de mayo de 2010 en un fatídico partido ante el Racing de Santander en el que el Real Valladolid se jugaba sus opciones, pocas, para quedarse un año más en Primera. Aquel partido acabó con victoria local, aunque se terminó descendiendo.
Dos años, siete meses y veintiséis días después, el gran capitán ha vuelto a saborear las mieles del éxito. Todos los focos se centraban en él ante el espectacular disparo que se había sacado de la manga.
Ya la semana pasada deslumbró en su vuelta a la titularidad al equipo que lo vio nacer y crecer. Los medios de comunicación se hicieron eco del gran partido de Baraja a pesar de su falta de ritmo en la competición.
Su presencia en el centro del campo hizo aún más grande, si cabe alguna posibilidad, a Álvaro Rubio y a Óscar. Uno de esos jugadores que en las últimas temporadas está al final del banquillo, pero al que nunca se le ha escuchado una palabra fuera de tono o de lugar.
Javier Baraja es uno de esos jugadores, no serán espectaculares o llamativos a la hora de jugar, que todo entrenador quiere en su plantilla por la serenidad y la madurez que aportan a todo un vestuario. Un canterano que debe ser un modelo a seguir por propios y extraños.