El extremo derecho valenciano es una de las revelaciones de esta temporada y el goleador más joven de la historia en Primera del Levante.
Las oportunidades que se presentan en la vida son la que de verdad abren el camino en ella. Unas veces se buscan; otras, en cambio, vienen solas, pero solo depende de uno mismo coger o dejar marchar el tren.
A Rubén García (Valencia, catorce de junio de 1993) el mundo del fútbol, loco, caótico y en ocasiones injusto, le abrió una pequeña puerta el pasado dos de septiembre, cuando Juan Ignacio Martínez, entrenador del Levante, decidió convocarlo para el partido ante el Espanyol y hacerle debutar en el minuto 80 cuando el encuentro iba empate a dos. Ese partido lo ganó el conjunto local con gol de Raúl Rodríguez en propia puerta, pero el pase que propició el tanto salió de las botas del joven extremo derecho.
Aquel domingo, el Ciutat de Valencia descubrió a un joven canterano, de fútbol fácil e ideas claras, que daría que hablar a la prensa de este país. El valenciano no dejo escapar el tren de jugar en la Primera División; apenas ha disputado tres partidos con el filial, y desde entonces es uno de los fijos en los planes del conjunto levantinista.
Mediocentro con llegada, mediapunta o extremo, se desenvuelve a las mil maravillas por banda derecha gracias a su endiablada velocidad y un natural desborde que ha mandado a Juanlu al banquillo unas cuantas veces esta temporada.
Habilidoso con o sin balón en los píes, regatea a sus rivales como si fuera lo más sencillo del mundo y es un oportunista nato, no solo por haber sabido aprovechar su oportunidad, sino de cara al gol. Tan solo lleva dos tantos en los quince encuentros de Liga que ha disputado, siete como titular y ocho como suplente, pero uno de ellos le valió para entrar en la historia del Levante.
Fue su primer gol en la máxima categoría el que hizo que desbancara al mítico Pons, jugador del Levante durante la temporada 1964/65, como goleador más joven del conjunto valenciano en Primera. El primero tenía diecinueve años, diez meses y trece días cuando anotó su primer tanto con la elástica granota, mientras que su sucesor contaba con diecinueve años, cuatro meses y veintiseis días, un dato irrelevante para su devenir en el fútbol, pero reflejado para siempre en las estadísticas.
Se trata de una de las sorpresas de la temporada, salida de una cantera que no será tan prestigiosa o conocida como la de Barça o Real Sociedad, pero que también ha dado y seguirá dando grandes jugadores. Ballesteros, Juanfran, Juanlu o Héctor Rodas son un ejemplo de los primeros, mientras que Iván López (lateral derecho), José Marco Higón (centrocampista), Roger Martí (delantero) y el propio Rubén son sus sucesores.
Rubén García, con tiempo, minutos y paciencia, será una referencia para el conjunto granota. A sus diecinueve años ha cumplido uno de sus sueños, debutar con el primer equipo. Y como todo esfuerzo tiene su recompensa, el club le hizo hace unas semanas su primer contrato profesional.