El central, ausente en la sesión, y Óscar atendieron a los medios al término del entrenamiento.
Todo pintaba demasiado bonito para el Real Valladolid. El cielo sobre Zorrilla comenzaba a despejarse. Pero, de pronto, las nubes volvieron a aparecer. Lo hicieron en forma de Jesús Rueda. El extremeño se ha resentido de su lesión en la rodilla.
Poco dura la alegría en casa del pobre. Si ayer llegaban buenas noticias por parte de Ebert hoy llegan malas de la mano de Rueda. El central tiene nueve días para recuperarse y poder llegar al partido de la siguiente semana ante el Zaragoza.
El pacense, Manucho y Víctor Pérez fueron los ausentes en una sesión dividida en un circuito físico y con trabajo de estrategia. Precisamente, el mediocentro visitó a sus compañeros en la mañana del jueves.
El propio jugador pasó por zona mixta para comentar cómo se encuentra. “Siento dolor en la rodilla izquierda a la hora de hacer giros y golpear el balón, espero evolucionar bien”, explicó. Esto podía pasar. Con una plantilla corta, todos son importantes. Es verdad que unos más que otros. En este caso, Rueda está en el grupo de los “más”.
Otro que está en ese grupo es Óscar González. El salmantino, ausente en el último partido, también atendió a los medios. “Cuatro partidos sin ganar son muchos”, reconoció. Por eso, el mediapunta es consciente de que “el del sábado es un partido muy importante”. El Real Valladolid notó su baja el pasado domingo en Balaídos, pero el equipo recuperará la magia este sábado.
La próxima sesión tendrá lugar este viernes a partir de las once de la mañana. Será el último entrenamiento de la semana, a puerta cerrada y en el estadio José Zorrilla. Después, Miroslav Djukic dará a conocer a los dieciocho elegidos para el partido contra el Mallorca.