El Betis, que deslumbró con su buen juego el año pasado, buscará mantener la categoría e intentar soñar con Europa.
El club verdiblanco afronta este segundo año en la élite tras su regreso con mucha más ilusión, si cabe, que la pasada temporada. A pesar de su gran inicio de campaña y del bonito juego desplegado por los de Pepe Mel, los béticos sufrieron relativamente para mantener la categoría. Mantuvieron gran parte de la plantilla y el estilo del ascenso y les fue bien. Y como dice el refranero, lo que funciona no debe tocarse.
En Heliópolis se percataron de que el año pasado el principal problema del equipo fueron los goles en contra y han reforzado especialmente la defensa y el mediocentro.
Las llegadas de Perquis, Paulao y Rubén Pérez lo demuestran, aunque también han querido cubrir bajas en la línea de mediapuntas y en la delantera, de ahí las incorporaciones de Agra, Juan Carlos y Campbell.
La sala de máquinas y el gol no era necesario retocar en exceso. En la zona delantera, tienen mucha pólvora. Desde Beñat, Rubén Pérez, Nosa, Cañas y Salva Sevilla en el medio hasta la delantera con Pereira, Rubén Castro, Joel Campbell y Molina, además de los Agra, Juan Carlos, Pozuelo que jugarán más escorados, el equipo tiene un nivel muy alto, pero bajo en la retaguardia.
Casto y Fabricio son porteros de menor nivel que los futbolistas anteriormente citados y la defensa ha mejorado con las incorporaciones, pero aun así no es tan sólida como debería con futbolistas como Nélson, Mario, Perquis, Paulao, Nacho, Chica o Amaya. En caso de necesidad el Betis siempre puede recurrir a una cantera de la que salen grandes valores, como fueron el año pasado Vadillo y Pozuelo.
Tocar y tocar parece ser que será la frase más oída por la medular verdiblanca este año de boca de Pepe Mel. También querrán aprovecharse de las diferencias de los dos delanteros que, en principio, parten como titulares, Rubén Castro y Jorge Molina.
El primero, mucho más rápido y oportunista, con gran capacidad de desmarque y que puede caer a banda. El segundo es el típico delantero tanque que servirá para dormir un partido bajando balones y aguantándolos de espaldas o como rematador. Un hombre para revolucionar partidos, el canario, y otro para tranquilizarlos o para jugar al estilo ‘inglés’, como el alcoyano.
Tres tenores
Beñat Etxeberría (Vizcaya, 1987). Fundamental en la labor de creación, pero también en la destrucción. Ha sido objeto de deseo del fútbol alemán (Wolfsburgo en especial) y, pese a Bielsa, también del Athletic durante el mercado estival.
El vizcaíno ya ha sido internacional tras completar una fabulosa temporada en Sevilla, en la que ha brillado como organizador y como lanzador de tiros libres. Se asocia bien en corto y largo, no se le caen los anillos con el mono de trabajo y llega en segunda jugada. Debe consagrarse.
Rubén Castro (Las Palmas, 1981). Otro de los buques insignias béticos, es el hombre gol de este equipo y que logró la nada despreciable cifra de dieciséis tantos. El punto débil de este futbolista son sus continuas lesiones, que le han privado de tener continuidad, algo con lo que podría ser mejor jugador, incluso.
Es el típico ‘killer’ del área que no deja escapar ni una ocasión y que es muy oportunista. Tiene una gran velocidad y se desmarca como el que mejor. Su nombre estuvo en los mentideros de la selección para el último amistoso previo a la Eurocopa, en el que debutó su compañero Beñat y Del Bosque no contaba con los internacionales de Barça y Athletic.
Damien Perquis (Troyes, Francia, 1984). Llegó a ser internacional sub 21 con Francia, aunque por sus orígenes polacos, edesde septiembre de 2011 lo es absoluto con Polonia.
Ganó el casting final por ser el nuevo central con galones en el Benito Villamarín. Procede del Sochaux de la Ligue 1 gala, donde realizó buenas temporadas destacando especialmente por su gran juego aéreo, tanto en defensa como en ataque. Expeditivo y rápido en el corte, debe convertirse en el mariscal de una zaga con problemas en las últimas campañas.
Fichaje estrella
Joel Campbell (San José, Costa Rica, 1992). El costarricense llega en calidad de cedido por el Arsenal a Heliópolis, donde él y Nosa Igiebor han sido los refuerzos más llamativos y de ser los de mayor rendimiento.
Deslumbró en la pasada Copa América que disputó con su selección, Costa Rica, y a partir de ahí fue objeto de deseo del club ‘gunner’. Wenger apenas le ha dado posibilidades por lo que ha decidido buscar minutos fuera del Emirates Stadium. Es un futbolista muy rápido, de gran zancada, perfecto para contraataques y que puede dar aun más gol al conjunto verdiblanco.
El míster: Pepe Mel
El director de la orquesta bética es un entrenador con solera como Pepe Mel, un hombre que lleva muchos años inmerso en el fútbol y al que le gusta el fútbol vistoso, algo que está inculcando, y de qué manera, en la entidad verdiblanca.
El madrileño ya había debutado en Primera con el Tenerife y casi logra el ascenso con el Alavés. En aquellas épocas estaba carente de suerte con los resultados pero, ahora, con una plantilla que se ajusta a su estilo y una pequeña dosis de suerte, espera afianzarse como un entrenador del máximo nivel, algo que por conceptos ya ha demostrado ser.
Entradas y salidas
Altas: Ángel (Villarreal), Agra (Olhanense), Rubén Pérez (Getafe), Juan Carlos (Zaragoza), Joel Campbell (Arsenal), Nosa Igiebor (Hapoel), Perquis (Sochaux).
Bajas: Santa Cruz (Málaga), Isidoro, Iriney (Granada), Ustaritz, Jefferson Montero (Monarcas Morelia), Goitia (Mirandés), Calahorro (Alcorcón), Ezequiel (Friburgo), Matilla (Murcia), Juanan.