El Real Valladolid buscará en Elche una victoria que inyecte esperanza a los futbolistas y a la afición pucelana.
Para algunas personas, cada partido es una final. Perder, supone un descalabro sin solución, aunque vencer, a la semana siguiente, les hace guardar el pesimismo para futuras citas. La tensión es constante; kilogramos de ilusiones que han escogido el camino erróneo y se transforman en un inconformismo tóxico. Un inconformismo que no deja ver.
El Real Valladolid atraviesa por ese momento de una temporada en el que las plantillas sufren bajones físicos, transitan por un valle al que le sigue, y le precede, un pico alto de forma. Febrero ha frenado a un conjunto que firmó un primer mes de año excelente a tenor del juego practicado y los resultados obtenidos.
Los chicos de Djukic visitaban la segunda semana de febrero el Nuevo Arcángel, después de lograr una goleada frente al Nàstic de Tarragona. En Córdoba, se percibió el inicio de esa depresión física que desembocó en una derrota sin contestaciones. En la jornada posterior, superaron al Girona entre los murmullos de una victoria con sufrimiento incluido.
Pero el pretexto ideal para la desesperanza nació tras las dos derrotas consecutivas, en Murcia y, en el anterior choque, contra el Celta de Vigo. En el primer duelo, el Real Valladolid desplegó un juego muy alejado de sus pretensiones; ante el conjunto gallego, se vivieron fases de reacción que bien merecieron un resultado tan agradable como el triunfo.
Aun con ello, una inexorable ola de llantos y augurios amargos inundaron a la hinchada blanquivioleta. Faltaba respirar. Con el paso de los días, viendo más cerca el domingo, día en que los jugadores de Miroslav Djukic juegan en el Martínez Valero de Elche, la palabra “final” ha vuelto a hacer acto de presencia. Denominados así, y cada vez con más facilidad, a aquellos partidos trascendentales, máxime tras una derrota.
Pero Miroslav Djukic ya conoce el fracaso, el momento posterior a un error esencial. Al error de una verdadera final. Su discurso intenta afianzar la sociedad que conforma el vestuario del Real Valladolid. Y en el terreno de juego, a pesar de las últimas actuaciones, se plasma un estilo. Algo más que una idea.
Con esa premisa, el Real Valladolid caminará en la búsqueda de tres puntos bajo los que subyace una pócima casi infalible, compuesta por una fe retornada a los seguidores y la de los propios miembros de la plantilla del conjunto pucelano.
Así, los futbolistas que ha convocado el técnico serbio Miroslav Djukic para acometer el objetivo de volver a sumar en positivo son: Jaime, Dani Hernández, Tekio, Mikel Balenziaga, Marc Valiente, Juanito, Jesús Rueda, Peña, Álvaro Rubio, Baraja, Óscar, Sisinio, Víctor Pérez, Jofre, Marquitos, Jorge Alonso, Alberto Bueno y Javi Guerra.
Por acumulación de tarjetas, el mediocentro Mehdi Nafti no podrá contar para este encuentro, lo que supone una baja notable, en especial por las cualidades del jugador blanquivioleta. Bregador, recuperador, ejerce de sostén en la zona ancha y dificulta el juego interior de los equipos rivales.
Ante el Elche, un rival físico, caracterizado por plantear los partidos con dureza, su aparición en esa posición del campo se presumía esencial, pese al bajo estado de forma por el que está atravesando.
Tampoco podrá jugar Nauzet Alemán, al sufrir una lesión de última hora en su pierna derecha. La ya conocida ausencia de Manucho durante un mes por lesión no ha facilitado la inclusión de Dani Aquino, de nuevo, en la convocatoria.
Sin embargo, se unen a ella Óscar González, al recuperarse de la lesión sufrida en Córdoba y Víctor Pérez, quien cumplió el ciclo de amonestaciones en el pasado partido de liga.
También el lateral derecho del filial vallisoletano, Tekio, que ha gozado de minutos en el primer tramo de la actual campaña en segunda división, viajará a Elche junto a los compañeros citados. Más habitual es la ausencia de Sana, Razak y Lázaro por decisión técnica y Varela, por lesión.
Por otro lado, el equipo de Bordalás, motivado al derrotar a un rival directo como el Almería en la pasada jornada, aspirará a continuar en la pugna por acceder a play-off de ascenso.
El técnico ilicitano contará únicamente con la novedad en la lista del delantero Linares, que entra por Javi Flaño, sancionado. Su lugar en el once, previsiblemente, lo ocupará Carpio, ya recuperado de las molestias que ha arrastrado en un tobillo a lo largo de la semana.
Junto al lateral, serán baja otro ex jugador de Osasuna, Rúper, así como Miguel Palanca. El primero debido a la rotura fibrilar de la que aún está recuperándose y el segundo debido a que acaba de salir de la enfermería después de sufrir la misma dolencia que el mediocentro.
El partido, que se disputará el domingo a las doce del mediodía, será arbitrado por el colegiado Arcediano Monescillo y podrá verse en Canal Plus.