El Girona FC ha sido puesto a la venta por su dueño, Josep Delgado, por esa ínfima cantidad.
De todos es sabido que la economía nacional en general y la futbolística en particular no está pasando por sus mejores meses, precisamente. Pero es realmente curioso que cualquiera con un euro en el bolsillo puedo hacerse con el 100% de las acciones de un club con ochenta años de historia que lucha por mantener su plaza en la segunda división.
Josep Delgado, el propietario del club adquirió la entidad en 2010 con la intención de potenciar el deporte de la capital gerundense, pero ahora quiere deshacerse de estas acciones porque, según dice el vicepresidente y portavoz de club albirrojo Joaquim Boadas, está «cansado de la falta de apoyo y críticas recibidas».
Según sus allegados, Josep Delgado es un hombre imprevisible, y esta decisión es una muestra más de ello. El actual propietario del club invirtió más de ocho millones de euros en la entidad para tratar de regenerarla, tarea que no ha sido capaz de cumplir.
Delgado es propietario de varias empresas dedicadas a la minería y la exportación de materias primas, y está acusado de un cuantioso fraude fiscal en Polonia. Sobre él pesó en un pasado una orden de detención internacional hasta que compareció en la Audiencia Nacional después de estar ocho meses en paradero desconocido. El juez le ha prohibido salir de España.
Durante ese periodo, el futuro deportivo de la ciudad se mantuvo en vilo, ya que Josep Delgado también tiene acciones en otros clubes, como el Sant Josep de baloncesto a través del proyecto Tots Som Girona. Los jugadores dejaron de cobrar sus nóminas por el hundimiento financiero del club durante varios meses en su ausencia. A su retorno, este les prometió regularizar la situación.
Los vaivenes del empresario han generado duras críticas por parte de personas cercanas al club. Xavi Julià, ex director deportivo, declaró que «Josep Delgado estaba llevando al Girona a una situación sin retorno». Luego fue Jordi Miró, ex director comercial, quien invitó al máximo accionista del Girona a vender sus acciones porque «se estaba perdiendo los pequeños detalles del día a día del club».
Es esta clase de críticas las que han provocado el hartazgo del empresario. «El máximo accionista ha hecho todo lo que ha podido y más por el club», declaró Boadas. La Unió Esportiva Girona es la sociedad que controla el club, propiedad de una sociedad dedicada a la venta al por mayor de minerales cuya accionista es Maria Mehelekova, ex mujer de Delgado.
Boadas, cuestionado por la posible venta, no quiso aclarar los detalles de la operación o si los directivos tienen a alguien en mente para hacerse cargo del equipo. El portavoz matizó que, en todo caso, «no se venderá a cualquiera». «Será alguien solvente, con un compromiso para continuar con el proyecto», aclaró.

Josep Delgado aludía a la intención de deshacerse de su responsabilidad en la entidad gerundense diciendo que «deseaba priorizar su dedicación a la familia».
El todavía máximo accionista ha asegurado que se escucharán propuestas, pero que en todo caso se hará una «venta responsable», es decir, que exigirá a su futuro propietario «solvencia económica contrastada». A pesar de lo curioso de la venta, el máximo responsable del club dice que la economía de la entidad está «totalmente saneada».
La marejada en los despachos se produce cuando el equipo pasa por un calvario deportivo. El Girona lleva tres meses en puestos de descenso -lleva sólo tres victorias y no ha ganado a domicilio en lo que va de temporada- y es ahora penúltimo, solo detrás del Nàstic de Tarragona.
La destitución del entrenador, Raúl Agné, no ha supuesto de momento un revulsivo para el club. Josu Uribe es el nuevo técnico que se enfrenta a la tarea de rescatar al Girona del infierno del descenso, algo para lo que contará con hasta siete refuerzos y con un jugador que puede presumir de valer cien veces más que su club, como es Marcos Tébar, quien llevó a Montilivi la pasada campaña por cien simbólicos euros procedente del Castilla después de completar la pretemporada con el ‘Mou Team’.