El colegiado natural de Benidorm, con dos años de experiencia en la segunda división será el encargado de mediar entre Celta y Valladolid el próximo miércoles en el partido de Copa que se disputará en Balaídos.
El trencilla alicantino es un árbitro poco tarjetero y que tiende a permitir que el juego se desarrolle con fluidez. No es especialmente casero, ni se deja influir tampoco en exceso por la grada. En sus cuatro partidos de liga ha mostrado dieciocho tarjetas amarillas, ocho de ellas al equipo local, y una única expulsión, al equipo visitante.
En los cuatro encuentros de esta temporada arbitrados por el benidormense, dos victorias han sido para el equipo local (Sabadell 2-1 Huesca; Murcia 2-1 Numancia), una para el visitante (Barcelona B 2-3 Deportivo) y un empate (Nástic 0-0 Cartagena).
Partidos igualados los de Martínez Munuera, en los que apenas influyen en el resultado las posibles malas decisiones tomadas por el trencilla valenciano. En sus partidos suele haber goles y ocasiones, algo derivado de que no suela participar en exceso en el juego (casi a tres goles por partido de media).