Así les fue en la 2010/11
Sufrimiento. Esa sería la palabra más correcta para describir la pasada campaña del club tarraconense. Desde el principio cayó en los puestos de descenso y estuvo al borde del abismo hasta las últimas jornadas, en las que logró la permanencia en detrimento del Salamanca.
El pasado año,el Nàstic no demostró ser especialmente endeble en defensa (45 goles encajados en 42 partidos), pero si echó en falta pólvora en vanguardia, ya que solo anotó 37 goles. La llegada de Borja Viguera en enero ayudó a que el equipo mejorara en la faceta ofensiva, si bien una lesión le impidió colaborar en exceso con la permanencia en la división de plata.
También cabe destacar la llegada y consolidación del canterano Eloy Gila en la primera plantilla de los tarraconenses, jugador que contó con muchos minutos y fue clave para mantener la categoría.
Qué se espera de ellos
Los catalanes buscan no pasar tantos apuros como el año pasado. La permanencia es el objetivo primordial para el conjunto de Juan Carlos Oliva. Mantener la categoría es básico para un club que hace 5 años disputó la primera división y que parece ser que el objetivo del ascenso le queda un tanto grande.
Intentará mantener la solidez defensiva de la pasada campaña, de ahí las pocas transferencias hechas en la zaga del club grana en este pasado mercado veraniego de fichajes. Para intentar mejorar en la faceta ofensiva, se han producido incorporaciones como la del incombustible Peragón.
El Nou Estadi debe de ser un fortín, como lo fue en la última parte de la temporada pasada, y evitar que la mayoría de los puntos disputados en tierras tarraconenses queden en casa, ya que, como todos sabemos, en la Liga Adelante es muy difícil ganar puntos a domicilio.
En principio no deberían de tener excesivas dificultades para mantener la categoría, ya que parece un equipo mejor preparado que otros de los que estarán en la lucha por la permanencia.
Tres tenores
Berry Powel (Utrecht, Holanda, 1980). Conocido como ‘La Pantera de Utrech’, es un delantero rapidísimo y letal en los metros finales. A la contra es uno de los jugadores más peligrosos de la categoría. Destaca por su velocidad y su definición en el mano a mano, además de poseer un muy bueno disparo.
Ex de diversos clubes modestos de la liga de la máxima categoría de su país, sus once goles la pasada campaña dieron puntos vitales a los granas, ya que cada uno de sus goles valían prácticamente tres puntos. En una temporada se ha convertido en un ídolo en el Nou Estadi, gracias al ingente trabajo que realiza en cada encuentro.
Fernando Morán (Madrid, 1976). Uno de los viejos rockeros de la categoría. Da solidez a la medular tarraconense como en otros tiempos lo hiciera en Cádiz, Albacete, Hércules o Racing de Santander, donde coincidió con los blanquivioletas Mehdi Nafti y Sergio Matabuena.
A pesar de sus 35 años, sigue siendo un pulmón para el Nàstic y sigue siendo el encargado de sacar el balón. Además, posee una dosis de llegada que puede conseguir goles claves a los granas.
Sin duda, será uno de esos jugadores que conformen la columna vertebral del conjunto de Oliva, buen ejemplo para jóvenes valores del club como Eloy Gila o Álvaro Rey y gran complemento de uno de los grandes nombres llegados este verano, Longás.
Álex Ortiz (Sevilla, 1985). Defensa central procedente de la cantera del Betis, se afianzó en la pasada campaña como uno de esos jugadores a seguir de la categoría de plata. Va bien por alto a pesar de no ser un jugador espigado, y es muy expeditivo en el corte.
Compartir zaga con el infatigable Mingo y con el experimentado Mairata podría aportar mucho a un joven zaguero de 26 años que ya de por sí tiene un enorme potencial. Junto a ellos dos o Ruz debe erigirse en uno de los pilares en los que se sustente una de las claves de la permanencia, la solidez defensiva labrada la pasada temporada.
El fichaje estrella
Roberto Peragón (Madrid, 1978). El infatigable delantero madrileño recala en las filas granates después de haber formado parte de infinidad de equipos y de haber demostrado en todos su gran calidad. Siempre tiene el gol entre ceja y ceja y es uno de esos arietes que falla muy pocas ocasiones. Bajito, rápido, incómodo, está todo el rato moviéndose, buscando el desmarque para recibir y anotar.
Recién llegado de Girona, donde formó una gran sociedad con Jandro y Ranko Despotovic, en Tarragona puede hacer lo propio con Powel y Viguera, aunque será complicado que Oliva coloque a los tres al mismo tiempo en el campo.
El míster: Juan Carlos Oliva
Procedente del Salamanca, llegó en enero del pasado año sustituyendo a Luis César Sampedro con el objetivo de salvar al equipo. Su fútbol no fue lo más vistoso que se ha podido ver en el Nou Estadi, pero sí muy eficaz.
Los partidos que ganaba el Nàstic lo hacía por la mínima, intentando lograr un gol tempranero y a partir de ahí defender ese resultado y buscar las contras con la velocidad de Powel.
Las ideas de Oliva son claras y el objetivo siempre es mantener la portería a cero. Tiende a utilizar la clásica, aunque cada vez menos usada, 4-4-2, con dos líneas bien juntas. De medio campo en adelante, busca rápidas transiciones, orientadas hacia el punta rápido que suele poner en liza.
* Sustituido por Jorge D’Alessandro a finales de octubre.
Entradas y salidas
Altas: Longás (Cartagena), Peragón (Girona), Rico (Pobla de Mafumet), Valle (Badalona), Galindo (Arsenal), Luna (Espanyol) y Arzu (Betis).
Bajas: Moragón, Medina, Rubén Navarro, Delporte, Vicente Pérez, Gerardo Noriega, Álex Bergantiños (Deportivo), Miki (Alcoyano), Abraham González (Alcorcón) y Sergio Díaz (Hércules), Fran Vélez (Logroñes), Marc Fachán (Alavés) y Walter Fernández (Videoton).